Recuerdos meneándose en la memoria,
Como sombras de amantes callejeros entre los matorrales,
Todo es borroso,
Todo es insulso,
El respirar sabiendo que el aire hundirá la pena hasta el fondo de mi pecho,
Y se quedará pegoteada como una secreción coloidal y deforme,
Que se niega a salir,
Como la esperanza en los recovecos de mi alma,
Aguardando para madurar y ser más fuerte...
Las sombras sigues desfilando lentas y contoneándose,
Pasando una tras otra
Como una procesión de esclavos arreados con látigos,
Que caen más sonoros que mis lágrimas,
Sobre esta nota sin pies, sin cabeza...
Te amo, eso queda claro,
Te necesito, eso podría cuestionarlo,
Te hago bien, lo niego rotundamente...
Mis achaques te están robando oxígeno descaradamente,
Mi malestar físico te abofetea sin miramientos,
El desgano en mis pupilas se cuaja como leche rancia,
Dos décadas de dolor enmarañado como raíces de una planta que necesita otra maceta,
Han agotado mi alegría,
Han desteñido mis cabellos,
Han curtido mis palabras con la acritud de la desesperanza,
Y mi lengua alguna vez libidinosa hoy solo súplica porque el tiempo cese,
Por qué la vida se esfume,
Y perderme como la niebla cuando la mañana despunta.
ESTÁS LEYENDO
Entre las cobijas
PoesíaSugerente título, sin embargo, totalmente alejado a lo que hubiese escrito en mi adolescencia. Déjame contarte algo...veinte años han pasado desde la primera vez que mis articulaciones comenzaron a doler, a sentir como la piel se agrietaba desde den...