7.

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Íbamos a una plaza, pero no una cualquiera, según Itan era uno donde podíamos hacer skate

—¿Cuánto falta? — Pregunto la rubia.

—Callate bárbara. —Le gruño su compañero de asiento, Michelle. —Lo haz preguntado más de veinte veces ya.

—Pues vamos por la veintiuno. —La chica le saco la lengua infantilmente.

Intentar que siete personas quepan en un auto promedio fue un desafío.

Cómo copiloto Itan, ya que el auto es suyo, a su lado su novia, Sofía, detras íbamos: barbara en el regazo de Jess de lado a la ventanilla, Michelle a su lado, sumamente apretado mientras Daniela en mi regazo en la otra ventanilla.

—Oye Itan. —Dani lo llame. —¿Por qué vamos por esta ruta? Siempre doblas en otra.

—Vamos a cambiar.— Le responde sin miararla.

Eso parece bastarle porque solo vuele a mirar atraves del espejo ignorado a los dos rubios que pelean como niños, todos los ignoramos.

—¿Estás bien? —Le susurro contra su rostro. El lugar es escaso.

Ella asiente con una pequeña sonrisa. —Si, ¿Tu?

—Voy bien. 

—AHHHH! — Gritan Dani y Barbie ante la vuelta dramática que da Itan, haciendo que ella casi calleran.

Repidamente presióno mi mano a su cintura para que no se caiga mientras ella rodea mi cuello para más estabilidad. —¿Segura que estás bien? — Vuelvo a preguntar con una sonrisa.

—Voy increíble.

—¡Eres un animal! —Le acusa la rubia a Itan, quien parece no importarle en los más mínimo. —¡Casi nos matas!

—Pero no lo hize. —Se defiende sin mucho interés. —No tienes ni un rasguño.

—Pura suerte...




—Oigan, no se usar un skate. —Llamo la antencion de mis amigos.

Jes me sonríe. — Tranquilo, Dani te enseñará.

La chica que estaba sonriendo a su celular, al escuchar su nombre gira la cabeza dolorosamente hacia nosotros.

—¿¡Que!? ¿Por qué yo? —Se queja.

—Por que si. —Habla Itan con firmeza. —Tu se enseñaras.

—¿Sofi? —Mira con esperanza a mi amiga.

—Lo lamento, supongo. — Se limita a decir llevando su novio lejos de nosotros.

—Bien. — Se rinde perezosamente. —Ven conmigo. —Agarra mi brazo hasta giarme cerca de la rampa.

Deja su skate en el piso, a mi lado. —Ahora, debes subirte. —Me indica y de inmediato lo hago. —Un pie en el suelo para poder impulsarte y las rodillas un poco flexionadas.

—¿Así? — Pregunto cumpliendo sus paso.

—Si, perfecto. — Dice. — Ahora debes impulsarte con el pie que está en el suelo, hazlo despacio e intenta mente es el equilibrio.

—Entendido. — Murmuro haciendo sus pasos.

Al impulsarme lo hice con demasiada fuerza, casi dejo mis dientes en el suelo.

Me levanté escucharmo la risa de todos. —Cierren la boca. —Espete.

Dani se acercó a mi. —Tranquilo Jay, vas bien. La primera vez que yo lo hice casi me quebré un brazo. —Me calmo. —Tu vas bastante bien, puedes conseguir equilibrio.

Compatibles? -Jay Ross. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora