Compatibles? -Jay Ross.

20.

Daniela Fox.

—¿Que quieres decirnos hijo? —Dice Jen a Jay.

Todo la familia Ross se encontraba en una aparente reunión de la que Jay me ha echo participé.

—Estoy saliendo con alguien. —Escupe Jay.

Mi corazón bombea desenfrenadamente con sus palabras, la emoción recorre cada canal de mi cuerpo y una sonrisa se extende de mis labios con felicidad.

—Estoy con Daniela. —Aclara.

La primera en reaccionar es Ellie, quien chilla con tan solo oír mi nombre tirándose sobre ambos en un abrazo fuerte.

—¡Ya lo sabía pero aun así me encantan!

Mi cuerpo se pone como una roca al ver a Jen levántarse de su asiento, una sonrisa tira de sus labios pero eso no basta.

—Oh Daniela, estoy tan feliz de que seas tu. —Me llama regalando dos besos sobre mi mejilla. — Bienvenida a la familia. —Susurra en mi oído para volver a su lugar.

—Se ven muy bien juntos. —Dice Jack. —Se que durarán.

Espero sea toda la vida.

—Ty, ¿No dirás nada? —Le regaña su madre al más pequeño.

—Me alegro mucho por ustedes, sobre todo por ti hermano. —Habla directamente hacia Jay.

—Gracias. —Jay mueve su cuerpo pegandose a mi y juro que no pude ser más feliz.

Jay cambio de mi vida de repente, solo vino como un chico depresible, amargado y aburrído para luego ser la persona más importante para mí.

Claro que nunca lo deteste, e peleado con el varias veces pero realmente odiarlo? No, claro que no ¿Cómo se odia a la persona que te gusta? No lo sé pero tampoco quiero averiguarlo.

La voz de Jen hizo eco en mi cabeza. —Estoy muy feliz de ustedes dos niños, en verdad me alegra. —Y con sus palabras me sentí muy feliz porque la sinceridad era clara entre sus palabras.

—Estamos muy felices. — Corrijo Jack.

—Claro que si. —Le siguió Ellie.

—¿Ty? —Lo llamo Jen.

El pequeño miro a su hermano unos segundos para seguir conmigo. —Me alegro también. —Sonrio cortamente.

—Muchas gracias Tyler. —Le respondió Jay con burla.

—¡Dejemos esto y vamos a celebrar! —Chillo Ellie.

—Claro. —La ánimo su padre.

—

—Dani, ¿Te gusta? —Me pregunto Jen.

¿Su hijo? Sí

—Es un lugar muy lindo. —Asenti mirando el gran salón en el que nos hospedamos por hoy.

—Me alegro.

—¿Jen, quieres decirme algo? —Hable al notar algo extraño en su actitud.

Ella agito la cabeza. —No, para nada. —Afirmo. —Solo... Soy feliz de que Jay te haya encontrado.

—Oh Jen. —Y sin más la abrace, sus cuerpo quedó rijido unos segundos para luego devolverme el abrazo con más fuerza.

—¿Interrumpo? —Me sobresalté cuando la voz de Jack sonó a mis espaldas.

—No, no. —Se apresuró a decir su esposa. —Solo hablábamos un poco. —Me sonrió.

—Entiendo. —Sonrio hacia su esposa de una forma tan dulce, con tanto amor en sus ojos.