Géminis [Zodiaco #1] ✔️

♊CAPÍTULO -18-♊

✨ Mosqueteros✨

Maratón 4/4

GÉNESIS, 16 AÑOS 💋

Calor, un insoportable Calor.

Entre el fuego de Liam y Archie, mezclado con el potente fuego de Ángel, hacían que el lugar pareciera un sauna. Las paredes destruidas se caían a pedazos, el cielo estaba oscuro, era de noche pero no tenía idea de que horas eran, lo único que iluminaba nuestros rostros era el fuego.

— Cuando llegará la policía... — mi respiración era irregular, el calor me estaba pasando factura.

— La policía le tiene miedo a la pandilla ... Seguro llegarán cuando se hayan retirado o... — no terminó la frase.

— O qué... Ciro, o qué — le insistí.

— O cuando alguien acabe muerto... — apretó la mandíbula.

— No puedo permitir eso... Tengo que... Tengo que hacer algo... — solté en un hilo de voz.

En toda la batalla, Scott se había quedado junto a Aída resguardados tras un pilar, sin hacer nada siendo que por culpa de él estábamos metidos en esta situación peligrosa; una rabia empezó a crecer dentro de mi, aparte del dolor de haber sido engañada me sentía enojada y molesta por haberme dejado engañar, por haber dejado que alguien rompiera así mis barreras, por haber puesto en peligro a los que más amo.

Un grito me sacó de mis pensamientos, Liam estaba en el suelo cubierto de sangre en un costado, gritando de dolor.

— ¡Liam! — corrió a socorrerlo Archie, yo me paralicé.

— ¡Ahhgh! M-Mi... Mi brazo... — logró decir entre sus gritos de dolor.

— H-Hay mucha sangre... Que hago... Que hago — Archie estaba entrando en pánico.

— ¡Cúbrelo con algo y sácalo de aquí! — gritó Kay.

— Génesis quédate aquí — Ciro corrió hasta donde estaba el chico sangrando, con sus manos creó una gran bola de agua la cual se acopló en el sitio en donde antes estaba el brazo de Liam y que ahora había sido cortado — Esto detendrá el sangrado... Mi madre me enseñó a usar mi Ram de forma medicinal...

— ¡Archie, llévate a Liam y a Génesis! — Kay había creado una cortina de viento impenetrable, el fuego no podía pasar de ahí.

— ¿Qué hay de ti? — contestó el pelirrojo.

— Sólo llévatelos — se forzó a sonreír para tranquilizarnos pero en el fondo yo sabía que Kay tenía miedo, que se iba a sacrificar por nosotros.

Vamos Génesis... No seas cobarde, no te paralicé debes ayudar... Vamos, muévete.

¡MUÉVETE!

Una idea llegó a mi cabeza, corrí hasta donde estaba escondido Scott y Aída, quienes se sobresaltaron al verme llegar.

— Aída, tienes que ayudarme. Tu también, Scott — los miré severa.

— Génesis... — me aparté cuando el pelinegro estiró su brazo en mi dirección.

— Esto es tu culpa, hazte responsable — mis ojos no demostraban una pizca de emoción, lo que sentía por él ahora solo eran cenizas en un rincón de mi corazón.