𝕺ne Shots

You sold me by candies #𝙎𝙩𝙞𝙡𝙚𝙨

𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭: 𝐁𝐚𝐬𝐭𝐚

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POV Stiles

-¿Estas seguro?-pregunté con mis uñas entre los dientes-No es que no confíe en ti, es cosa mía.

-Por supuesto que es cosa tuya-contestó Christopher obvio-Te digo que si es-ambos miramos de nuevo la fotografía-Soy un cazador, Stiles-apretó mi hombro-Cazo hombres lobo, no niñas perdidas.

-Aunque no fuera ella-acaricié el rostro de la fotografía-Ya no tengo nada. Todo lo que se acerca a ella simplemente desaparece.

-Pues más vale que la encontremos, digo, ¿cuantos lugares de trata hemos desmantelado?-al ver que no contestaría dió por finalizada la plática para tomar sus cosas e irse-Stiles-me llamó.

-¿Argent?-dije de vuelta para confirmarle que lo escuchaba.

-¿Qué dicen tus amigos?-se giró mirándome expectante-Porque desde hace cuantos años la estás buscando, ¿cuatro? ¿Cinco?

-Cinco. Dicen que la encuentre-asintió pero siguió en el mismo lugar esperando más palabras-Que descanse y a veces piden que me detenga. Que la dejé para que siga con algo más.

-¿Y por qué no puedes hacer algo más?

-Porque no estaré tranquilo hasta verla segura. Un día le dije que estaría con ella, que se imaginara una vida relativamente normal y cómoda. Y... no cambió, su vida cambió pero no a lo que una vez hablamos.

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-Señor, Miec...Miec-sabía que me llamaba pero conocía a esa mujer y esperaba humillarla un poco.

Chris se había preocupado porque esa mujer me viera. Después de todo yo salía con su hija pero nunca me conoció o eso creo. A lo que yo llegué a saber, Lily jamás habló de mi y mucho menos mostró una foto.

Así que a pesar de que Chris prefería ir por ella para evitar un desastre le dije que preferiría ir yo por ella. Lily no lo conocía por lo tanto era mejor no asustarla con un hombre desconocido y la verdad es que quería ser yo quien la sacara de allí.

Alguien dió unos toques a mi hombro, me giré con rostro serio-Disculpe, señor-me llamó de nuevo la mujer y me enseñó su carpeta-¿Usted es él?-asentí. Con un movimiento de cabeza me pidió que la siguiera a su oficina-Disculpe haberlo llamado de forma incorrecta-abrió la puerta para mi-Supongo que está acostumbrado.

-Por supuesto-contesté-Es muy común. A veces suele ser divertido como la gente se equivoca.

-Supongo que es un chiste personal-sonrío la mujer sentándose frente a mi, demasiado cerca para mi gusto. Asentí con una pequeñísima sonrisa-Bueno, sólo necesito que me muestre sus exámenes de transmisión sexual y la otra mitad del pago-asentí y del maletín saqué lo que pidió.

-¿Tiene alguna advertencia sobre ella?

Sacó su vista de los papeles-No-negó con una sonrisa cínica-Ella está acostumbrada. Ha trabajado en esto por pocos años pero no tiene que preocuparse por ella-Andrea se levantó de la silla y con pasos lentos se puso detrás de mi, sujetó mis hombros con firmeza dando un pequeño masaje-Quien importa es usted.