Capítulo 7

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Fueron juntos al gremio, ambos con una sonrisa de oreja a oreja. No iban agarradas de la mano ni con sonrojos de por medio. Situados uno al lado del otro sin decir nada pero con una compañía reconfortable. Un silencio cómodo los acompañaba.

Llegaron al gremio y cada uno se fue por un lado. Gray empezó a molestar a Natsu más animado de lo habitual, y el pelirrosa como siempre, cayó en sus redes picándose más todavía provocando una pelea entre ambos amigos-rivales.

Empezaron a lanzarse de todo por el gremio para ver quien creaba antes una montaña de sillas, intentando destruir la montaña de su contrincante. ¡Era estúpido! Pero divertido. Gray reía y miraba ceñudo a su amigo cuando le lanzaba cosas, el pelinegro se las devolvía.

-Si es que... ya ni me sorprendo – comentó Lucy con su mano apoyada en su rostro.

En eso, una de las sillas le cayó a ella en la cara, dejándola inconsciente. Gray rió.

La primera en caer.

-Cubo de hielo, ten cuidado con mi Luce.

-¿A quién has llamado cubo de hielo? Chico torpe con patas.

¿Eso era un nuevo insulto? Un poco flojo.

-A ti, ojos rasgados, ¿o es que estás sordo?

-Serás... maldito ojos caídos – y lanzo una silla.

Volvieron a su habitual pelea olvidándose de la pobre Lucy. Eso sí, en la pelea no podía faltar Gajeel. Se unió a ellos porque quería un poco de paz para estar con Levy hasta que fue golpeada accidentalmente dejándola sin conocimiento.

La segunda en caer.

Eso enfureció al mago de hierro lanzándose hacia sus amigos, olvidándose de la enana, al menos Jet y Droy, compañeros de ella desde hace muchos años, se acercaron a ponerle hielo en la cabeza.

Lucy... seguía tendida en el suelo. Mirajane se acercó a la rubia en su auxilio sin preveer que una mesa iba dirigida hacia ella. La mesa la golpeó fuertemente pero no la dejó inconsciente solo se puso a llorar.

Tiene la cabeza bien dura, como una roca.

La tercera en "caer".

A vistas de su hermano Elfman se vengaría por haberle hecho eso a su dulce hermana, mientras Lissana animaba a su hermano y consolaba a su hermana, de paso le llevó hielo a Lucy.

Unas fuertes pisadas se escucharon en la puerta del gremio.

Pisadas que los hicieron sudar frío.

El terror había llegado.

Un silencio se produjo.

Un silencio tenso y con un aura de maldad emanando de la puerta del gremio.

Los causantes del destrozo giraron sus cuerpos lentamente con cara de haber visto al peor monstruo de la historia.

Y así era.

Su pelo es el color de la sangre. Rojo escarlata.

Desenvainó la espada lentamente y un brillo intenso en sus ojos les decía que estaban muertos.

Pasó en apenas un segundo.

Erza cogió impulso, levantó polvo y no se vio nada. Pero ellos sintieron todos y cada uno de sus golpes dejándolos inconscientes.

Siete personas cayeron en total.

Y como si no hubiese pasado nada, se dignó a comer su pastel de fresa que Mirajane ya le tenía preparado y listo para ser zampado en la barra. Lo sorprendente es que el pastel sobreviviera a la batalla de los chicos.

Connections - GruviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora