Una canción por cada corazón roto ©

14. Los sueños se hacen realidad, pregúntenselo a Brax.

14. Los sueños se hacen realidad, pregúntenselo a Brax.

Blair

06 de mayo, 2017.

Levanto el rostro, facilitándole el trabajo a la maquillista que me observa avergonzada.

Hace menos de media hora dejó caer un rubor rojo intenso sobre mi body de encaje blanco, manchando el que sería mi primer vestuario para la sesión. Y diez minutos antes de ello, empezó a maquillar mi rostro con una base tres veces más oscura que mi tono de piel.

A pesar de que no le di importancia, me hizo hasta gracia, ella realmente parecía a punto de ponerse a llorar. Y cuando pasó el segundo altercado, creo que iba a sufrir una crisis nerviosa mientras no dejaba de disculparse.

Después de varios intentos por mi parte de destensar la situación, terminó confesándome en voz baja que era la primera vez que trabaja con una empresa de alto nivel y estaba tan preocupada en arruinarlo que los nervios le estaban jugando en contra, y ahí estuvo apunto de llorar otra vez.

—Terminé—murmura en un tono extremadamente bajo, pero la pequeña sonrisa que suelta me hace saber que está orgullosa de su trabajo.

Y cuando miro mi reflejo en el espejo; la sombra marrón oscuro que no es llamativa, más bien hace que mis ojos destaquen, el labial en un rojo opaco que combina a la perfección con el tono natural de mis labios, y la base que hace que mi piel se vea libre de cualquier tipo de imperfección, sin verse exagerado; pero la parte más importante es el delineado que rodea el borde de mi párpado, comenzando casi al final de mi ceja, y terminando en el lagrimal, cumpliendo perfectamente con ser lo único que sale del ámbito «natural» que tiene el maquillaje, me hace saber que tiene más de una razón por la que sentirse orgullosa y estar confiada de su trabajo.

—Excelente—le brindo una sonrisa a través del espejo, y me pongo de pie, al mismo tiempo que Evan, el encargado de la campaña, se adentra en el pequeño camerino, indicándome que todo está listo para iniciar.

Me despido de Brooke, a quién le tuve que insistir como veinte veces en los minutos que compartimos que no me llamase señora, haciendo un gesto con la mano, que ella devuelve con timidez.

Avanzando por los pequeños pasillos, llego al set. Dónde Braxton ya se encuentra, posando deliberadamente con únicamente un bóxer negro de elástico blanco que se ajusta en sus caderas.

Pero no me doy la oportunidad de detallarlo más. Mantenerlo profesional.

A pesar de que el lugar es gigante, el espacio en el que las fotos se llevarán a cabo es únicamente un fondo gris, que no ocupa más de cuatro metros.

Mientras el alrededor es un completo desastre de cámaras, luces y personal.

—Deténganse—Evan se termina de adentrar, llamado la atención de todos en la sala.

La asistente del fotógrafo le tiende una bata negra a Hudson, cosa que él se coloca, amarrándola a su cintura, antes de tomar la botella de agua que ella también le brinda.

Mientras el resto del personal, cinco hombres, y tres mujeres, se mantienen ocupados entre los vestuarios, el equipo electrónico, y la mesa de catering en la pared derecha, los últimos reponiendo cada cosa que se toma con extrema rapidez, el fotógrafo encargado y hermano de Evan, Ben, se acerca a donde nos encontramos, junto a Braxton, y una atractiva pelirroja enfundada en un traje espectacular y con una tablet en mano.