07. Axons, guardaespaldas y la primera canción.

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07. Axons, guardaespaldas y la primera canción.

14 de abril, 2017.

Blair

Observo las calles mientras el auto avanza. No negaré que estoy emocionada.

Por fin empezaremos a trabajar con el disco. Teniendo en cuenta de que fue algo tan repentino, tuvimos que esperar que Thomas reorganizara y arreglara la agenda de Braxton. Limitar sus responsabilidades para que no hayan problemas en el tiempo que dure aquí.

En este momento estamos dirigiéndonos junto a Sam al hotel donde se estaban hospedando anteriormente los Hudson, para llevar a cabo una reunión con algunos miembros del club oficial de Axons.

El evento es algo pequeño y privado, para que podamos hablar con tranquilidad, y nos puedan decir las historias que necesitamos que nos cuenten.

—Llegamos—avisa Sam.

Desde ahí pasan varios sucesos que nos hacen retrasarnos. Que Samantha pierda el ticket que le entregaron para que el guardia que se encuentra en la puerta la deje entrar es uno de ellos.

El que sea algo exclusivo hace que por más que alegue algo no le den la autorización de ingresar.

—Lo siento, señorita Taylor—dice el guardia—, pero la única persona que tengo autorizada para que entre sin el ticket correspondiente, aparte de los Hudson, es usted. No puedo hacer nada al respecto.

Entendiendo su postura, le doy una sonrisa amable y le agradezco—. No te preocupes, gracias de todos modos.

El hombre me abre la puerta que cubría y me deja pasar. Soy capaz de escuchar las voces que vienen de la única puerta qué hay al final del pasillo.

Ingreso en la habitación.

Sonrío cuando escucho varios chillidos y pequeños gritos que sueltan algunos.

La mayoría juega con sus dedos, muerden sus labios con fuerza y hasta se abrazan a sí mismos.

Y se nota que todo lo hacen para no saltar sobre mí o sobre Braxton. Parece que no quieren asustarnos.

Sin dejar de sonreír me acerco al sillón donde el castaño está sentado y me dejo caer a su lado.

Él pone un brazo sobre mis hombros y justificaré el hecho de no quitarlo diciendo que es para no quedar mal frente a los presentes.

Son nueve los que se encuentran aquí, tres chicos y seis chicas.

—No vamos a morderlos—río.

Eso es todo lo que necesitan para tirarse sobre nosotros.

Cuando una de las chicas empieza a llorar de manera desconsolada y balbucea sobre cuantos nos ama y nuestra música le ha ayudado, recuerdo porqué amo tanto lo que hago.



No sé cómo Braxton consiguió sacar el tema sin levantar sospechas.

Solo sé que ahora todos nos cuentan de sus fracasos amorosos de manera abierta.

Muchas lágrimas y maldiciones se han escuchado en la hora que tenemos aquí, y mentiría si digo que no me apena hacerlos hablar de algo que aún parece dolerles, por eso es que cuando a la chica asiática que se presentó como Noor, y habló acerca del suicidio de su exnovio, se le rompió la voz, inmediatamente le dije que parara, pero dijo que no importaba y que quería continuar.

Una canción por cada corazón roto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora