! ׅ࣪ lealtad silenciosa ׅ ࣪ nomin ✶ ~ ࣪ ׅ

➶ ໑ 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟏 ᘒ ꒦ 🜸

"Saben lo que eso significa, ¿verdad?".

La voz del Rey retumbó en las paredes, ya que todo se había quedado en un silencio infernal. Todos a excepción de Jaemin estaban en un pequeño trance en donde no podían salir. Jeno, quien sólo miraba al Príncipe, soltó un gruñido para después apartar la vista y dirigirla al Rey. Si era lo que imaginaba, no iba a poder evitar tener un ataque de ira. Cruzaba los dedos para que el Rey no dijera lo que estaba imaginando en ese momento. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que todos miraban al suelo. ¿Será por respeto? Se preguntó Jeno.

"¿Qué significa, su alteza...?". Tenía que preguntarlo. Sin embargo, el Rey con ayuda de Jaemin pudo sentarse en la cama y mirar a cada uno en un mejor ángulo. "Mariscal Jeno, ¿no sabe? ¿De verdad tendré que decirle qué pasará cuando yo muera?". Preguntó con ironía el Rey y esto hizo que el cuerpo de Jeno se llenara de escalofríos.

"Sí". Fue la respuesta de Jeno y escuchó cómo el Rey soltada un bufido. Desvió su vista a Jaemin, quien sólo miraba el suelo. No se atrevía a mirar los ojos de su amado. Aún no.

"¡Haechan!". Llamó el Rey al nombrado, quien levantó la vista de inmediato. Ya no se veía ningún rastro de molestia en su cara, así que Jeno dedujo que la razón por la que hace varios minutos estaba echando humo, no era tan importante. "¿Podrías explicarle a Jeno qué pasará cuando yo muera?". Preguntó antes de empezar a toser con fuerza. Jaemin lo ayudó a regularizar su respiración mientras Haechan se posicionaba enfrente del mariscal, quien lo miraba directamente a los ojos. "Jeno, cuando el Rey muere, el Príncipe ocupa su lugar. Pero como cada Rey debe tener una Reina a su lado, Jaemin aún no puede ocupar ese rango. A menos que consiga una esposa en dos semanas. Y creo que... Cuando sea Rey, ya no va a necesitar un guardián".

El corazón de Jeno fue quebrándose poco a poco, podía escuchar como cada pedazo caía a un fondo oscuro, como si todo se fuera destruyendo poco a poco. Jamás en toda su vida, sintió un dolor tan fuerte. Porque este, a diferencia de los otros, iba directo al corazón. Sus ojos buscaron a Jaemin, pidiendo una explicación, sin embargo, el Príncipe cubría con su mano su boca, mientras miraba al suelo. ¿Él ya lo sabía? Se cuestionó Jeno, pero entonces, ¿por qué no le había comentado nada acerca de eso? ¿Por qué lo había ilusionado de esa manera mientras él ya sabía lo que iba a pasar?

¿Por qué?

"¡Alteza! ¿Pero qué le hicieron esos gemelos? ¿Dónde le dieron? ¡Usted no puede morir así de fácil! Porque... No. No puede...". Exclamó Jisung mientras se le iba quebrando la voz poco a poco. Era inevitable no hacerlo. Después de todo, era el Rey, su alteza. El que iba a morir sólo en varios días más.

"El Rey sufrió una herida grave en la pierna, la cual, veo se ha infectado antes de que llegara a los tratados médicos. Aparte de haber recibido un disparo en el hombro, perdió mucha sangre antes de llegar al palacio". Explicó Mark hacia Jisung, con una voz grave y soltando un suspiro al terminar de hablar. Chenle se levantó de su asiento y fue hacia el Rey para después inclinarse. "Mil disculpas por no poder protegerlo lo suficiente mi Rey, sentimos una gran pena".

Sin embargo, todo quedó en silencio una vez más. Jeno no podía apartar la mirada del Príncipe, ya que este sólo miraba el suelo y murmuraba algo que sólo él mismo podía escuchar.

"Váyanse, ya les informé la noticia, no se los quería decir, pero mi esposa me convenció, Jaemin. En un momento más quiero hablar contigo, por favor te pido vengas cuando se te indique. ¿Está bien?". Pidió con voz silenciosa el Rey. Y por respuesta recibió un asentimiento de su hijo. Uno por uno se fuerpn retirando, el primero en salir fue Haechan. Seguido de él, fue Mark, quien trataba de detener al pelirrojo para poder hablar con él. Ni idea. Se dijo mentalmente Jeno para después salir silenciosamente. Empezó a caminar sin detenerse, no quería ver a nadie en ese momento. Pero sintió como una mano lo tomaba del brazo y le daba vuelta para poder verlo de frente. Y como lo esperaba, Jaemin lo miraba con ojos tristes mientras tomaba firmemente de la mano al mariscal. "Ven, sígueme". Habló el Príncipe empezando a caminar, pero Jeno se zafó de su agarre y negó varias veces con la cabeza. "¡No! No quiero que me des explicaciones de nada. ¡Creo que ya me quedó todo claro!". Exclamó el mariscal mientras se daba vuelta y continuaba su camino.