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➶ ໑ 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 ᘒ ꒦ 🜸

"¡FUEGO!"

Jeno cerró sus ojos con mucha fuerza esperando las balas traspasar su cuerpo, pudo escuchar como Jisung les gritaba una blasfemia antes de que los soldados hicieran un movimiento. Hablando con toda la franqueza, él no estaba listo para morir, jamás lo estuvo debido a que su posición como mariscal lo defendía, él siempre supo escabullirse bien de los problemas, pero este traía consigo el amor más grande de su vida, al hombre que cambió su vida con tan solo una simple mirada. Juró por su vida que escuchó a uno de los soldados quejarse en voz alta, él sabía que muchos oficiales no estaban de acuerdo en terminar con una de sus figuras a seguir. El Rey obligaba a cualquiera a hacer lo que se le viniera en gana. Una gota de sudor resbaló por su frente mientras cada mano temblaba por detrás de él, ya que estaba fuertemente amarrado, relamió sus labios esperando su muerte. Sin embargo, lo siguiente que el mariscal pudo escuchar, fue un grito desgarrador que precisamente no venía de la voz del gladiador. Gimió en silencio al no sentir nada de metal en su cuerpo, para esos momentos su cuerpo debería estar sin vida colgando del poste, frunció el ceño aún con los ojos cerrados, no quería ver lo que estaba sucediendo, pero el grito de la Reina hizo que los abriera mucho más rápido que un parpadeo.

Y lo que vio... Lo dejó sin ninguna palabra.

No muy lejos de los soldados, quienes habían dejado de apuntar a los dos guerreros para ver la escena que todo mundo podía presenciar, se encontraba Jaemin arrodillado delante de su padre, quien en esos momentos tenía la espada, que Jeno había visto en el cinturón del Príncipe, atravesada directo en su pecho.

Nadie decía nada, todas las personas habían quedado en un completo estado de shock. Jeno abrió sus ojos en demencia al igual que Jisung, el silencio fue interrumpido por la Reina, quien al ver la escena corrió lo más rápido que pudo, tropezándose, ya cuando estuvo al frente de su esposo, al igual que su hijo, se arrodilló empezando a derramar incontrolables lágrimas, sin embargo, Jaemin mantenía un rostro serio. Jeno sintió algo que era difícil de describir, no sabía si aquello era paz o miedo. Jaemin había atravesado con una espada a su propio padre en medio de una fusilación. Haechan y lo demás estaban con ambas manos en sus bocas, Chenle ya no lloraba más, tampoco Renjun, sin embargo, lo siguiente que hizo Jaemin fue quitar con rudeza la espada del cuerpo de su padre, quien aún seguía con vida, pero no podía formular ninguna oración coherente, debido a que sangre empezaba a brotar de su boca.

"¡Escuchen todos!". Exclamó el Príncipe llamando la atención de los presentes, los soldados despegaron su vista del Rey y la dirigieron a Jaemin, Jeno hizo lo mismo al igual que el gladiador, estos aún seguían un poco abrumados debido a que estuvieron muy cerca de la muerte ese día. "¡Este hombre, no era nada más que alguien sin honor, como su hijo yo reclamo... Alta traición por parte de este reino a muchos otros, yo sé muy bien que todos ustedes estaban sometidos a seguir sus órdenes, sus malditas órdenes sin sentido!... Madre". La mujer levantó su triste mirada hacia su hijo, quien la miraba de la misma manera. La Reina en esos momentos acariciaba la cabeza del Rey, este ya estaba al borde de la muerte. "Padre jamás fue un hombre fiel, tú y yo fuimos burlados todo este tiempo... Él merece morir". La Reina no respondió, sin embargo, bajó de nuevo la mirada a su esposo y acarició sus rubios cabellos.

Jaemin no se pudo contener más y sin ningún permiso, lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas desviando su mirada al mariscal, este trataba de zafarse al igual que Jisung, soltó un suspiro y sin llegar a mirarlos, empezó a hablarle a los soldados que estaba a punto de llevar a cabo el fusilamiento. "Desaten al mariscal y al gladiador... Es una orden". Al finalizar, de nuevo regresó su vista al Rey, sin embargo, ningún soldado se movió de su posición. Al contrario, uno de ellos acomodó mejor su arma y apuntó directamente a la cara de Jeno. Jaemin al notarlo se levantó de inmediato. "¡¿Qué es lo que haces?!".