Ni siquiera dudó por un segundo en abrir la boca para poder ingerir un poco de aquella extraña flor. El dolor que ahora sentía era más intenso, no recordaba la última vez que lo habían herido de esa manera. Ni siquiera le habían herido de esa gravedad, pero tenía en claro que muchas cosas habían cambiado a comparación de esos días. Por otro lado, se sentía completamente culpable por lo que había pasado con Jongin, sentía fura, si tan solo lo hubiera matado en el campo de batalla nada de eso estaría pasando. El remordimiento era más fuerte que el dolor que sentía en su hombro.
Miró por un momento la azulada planta, que ya en ese momento estaba frente de él, siendo mantenida por la temblorosa mano de Jisung. Después de todo, hacer eso serviría para poder saber si la flor en realidad funcionaba. O simplemente, no hacía nada. Pero debía intentarlo. Cerró los ojos y abrió lentamente la boca, sintiendo los pétalos gruesos tocar su lengua, Jisung miraba con atención como los dientes del mariscal arrancaban la flor del tallo y masticaban muy lentamente, arrugando la frente de inmediato. Imaginó que el sabor era realmente malo, quiso soltar una risita al ver las caras de Jeno debido al sabor que tenía en la boca, pero obviamente, no era el momento indicado para eso.
Después de un rato, Jisung se separó un poco, sudaba de lo nervioso que estaba, ya que, si esa flor no hacía efecto, no sabía de qué otra forma salvar al mariscal. Se sentó recargando su espada en un tronco, de frente a Jeno. Quien tenía los ojos cerrados aun con el ceño fruncido, de vez en cuando lamía sutilmente su labio inferior degustando del sabor. Fue así por unos momentos más, Jisung se empezaba a desesperar, ya que el mariscal no daba señales de mejoramiento. Tan solo, se había quedado con los ojos cerrados y la cabeza inclinada para abajo. Se acercó un poca a él tomándolo del mentó para así levantar su cara.
"Jeno... ¡Hey! Despierta... ¡Por favor!". Decía el joven gladiador mientras movía de lado a lado la cabeza contraria, mas, sin embargo, no pasaba nada. Tragó saliva pesadamente, mientras miraba expectante a Jeno, desvió su mirada a la herida y al darse cuenta de cómo esta se encontraba, su mandíbula se abrió poco a poco, al igual que sus ojos. Con su mano temblorosa, quitó el pañuelo que le había puesto después de sacarle la bala y se acercó más a la herida. "No puedo creerlo". Murmuró en un susurro tocando con mucha delicadeza la zona que, en ese momento, ahora se encontraba sólo como un simple moretón. Se suponía entonces, ¿que ya se encontraba bien? Arrugó la frente y desvió su vista a Jeno, quien aún mantenía sus ojos cerrados, pero de su boca salían suaves respiraciones. Levantó una mano y dio una pequeña cachetada al mariscal, al no ver reacción, dio otra, pero esta vez con un poco más de fuerza. De nuevo no hubo nada, y cuando levantó su mano, esta vez para dar una más fuerte. Sintió una patada en su estómago alejándolo inmediatamente. Cayó de espaldas y llevó una mano a su abdomen, soltando un quejido por el dolor, volteó su mirada a Jeno y esta vez, la sorpresa en su cara era demasiado evidente. Jamás había abierto tanto sus ojos en su vida.
Había escuchado de magia, cosas de hechizos y todas esas tonterías, pero jamás creyó en ellas. Ya que, para él, simplemente eran mitos, de personas que estaban completamente locas. Sin embargo, nunca creyó ver nada de eso en su vida como gladiador. Ahora, lo presenciaba con sus propios ojos. Tal vez no era magia, pero era algo que no se podía describir con palabras, algo que no se podía entender. Se llevó una mano a la boca al ver que los ojos cafés de Jeno, ahora eran de un hermoso color azul claro, su cabello, que antes era castaño, ahora tenía una tonalidad rubia y blanca. Jisung podría jurar que el chico se veía más pálido que antes. Sin entender nada, el joven gladiador se acercó tímidamente, observando como esos ojos azules lo veían con obvia confusión.
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! ׅ࣪ lealtad silenciosa ׅ ࣪ nomin ✶ ~ ࣪ ׅ
Fantasía▸ 𖥻 no + min = ♡ ˑ 𖦹 ⊹ ᨘ໑ ¡ lee jeno, reconocido como el mariscal más joven del mundo, a peleado en guerras por su reino, sus títulos obtenidos por su honorífico historial. Un chico cálido, pero realmente fuerte, gracias a su actitud confiada y de...