Nueve: Fiesta nocturna.

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9. Fiesta nocturna.
 


—¿Has visto a Hassan? —preguntó Paris.

Sentía mis piernas temblorosas, mi corazón, mi respiración y mi pelo hechos un desastre.

—No... Sí, sí, sí lo vi —aclaré mi garganta al percibir mi voz demasiado aguda, «cálmate, Paula»—, bebió agua, ya subió.

Mis mejillas se sentían encendidas, maldición, de seguro mis labios estaban hinchados, me serví un poco de agua y bebí intentando aparentar serenidad, aunque estaba entrando en caos; me había dejado manosear por su prometido.

Paris se acercó para tomar también un poco de agua, me asombré de verla dormir con maquillaje, tenía entendida que eso dañaba la cara... pero no era nadie para juzgarla si quería aparentar siempre estar perfecta.

—¿No tienes hambre? —preguntó—, no sé si es el cambio de horario pero que hambre que cargo.

Se acercó a la nevera y agarró unas uvas.

—No, yo no tengo hambre —solté un bostezo como si estuviera muerta de sueño, pero en realidad nunca estuve más despierta—. Solo vine a beber agua.

Paris se apoyó de sus codos en la encimera metiéndose una uva a la boca.

—Herma —dijo—, tengo que decirte algo.

Sentí una especie de presión en el pecho, ¿Qué pasaba si Paris estaba embarazada? No... ¿Sí? ¿Qué pasaba conmigo? ¿por qué me dejé manosear otra vez por el hombre al que le había hecho una enorme "X"?

Y la pregunta más importante de todas: ¿Por qué no tenía dignidad?

—¿Qué? —Pregunté a la expectativa, no sabía que iba a decirme.

Ella fijó sus ojos azules en mí con una ligera sonrisa.

—Espero no te moleste —dijo—, pero mi mamá me comentó que terminaste con Abelardo.

Ah.

Eso realmente me daba igual, ahora extrañamente cada vez que pensaba en mi ex me daba cierta sensación de asco, como si hubiera sido solo una mancha de mi pasado.

—Si —murmuré frunciendo débilmente el ceño sin saber que iba a decirme—, hace varios meses.

—Lo siento —continuó—, sé lo difícil que es buscar a alguien que valga la pena, imagínate que con Hassan todo fue casi inesperado.

—¿Cómo se conocieron? —indagué, realmente me daba curiosidad.

—En una After Party de uno de los desfiles que tuvimos en L.A. siempre se conocen empresarios en esas fiestas, pero a él nunca lo había visto; se la mantiene viajando por todo el mundo... lo cierto es que él simplemente se acercó a mi y me saludó, fue muy directo y la conexión fue inmediata.

Pareció sumirse en el recuerdo con una débil sonrisa, sus ojos brillando de manera soñadora, lo peor era que ella estaba pensando en el mismo hombre que me estaba masturbando hace tan solo unos minutos atrás.

Ella amaba al tipo que me rompió el corazón; el que me hizo creer que también me amaba a mí, la única diferencia era... que con ella sí parecía real y eso dolía.

—Todo fue muy rápido —continuó Paris—, esa noche fuimos a su casa y luego nos vimos el resto de la semana mientras seguía en la ciudad, luego solo fue amor de distancia y cuando él viajaba a New York nos veíamos, siempre estaba esa magia, hasta que me propuso matrimonio.

Claro, con ella había estado mas de una vez... sonaba fantástica su historia y creería en eso de amor que se tienen si no estuviera este enredo conmigo de por medio.

—¿Cuánto meses tienen? —seguí indagando.

—Aproximadamente 2 años.

2 años.

—¿Y cuantas veces se han visto? —pregunté, ella lo pensó por un momento.

—Como 30.

—Acumulado eso es 1 mes, Paris —dije sobresaltada—, ¿Qué tanto conoces a ese sujeto? Además, que es árabe, no se puede confiar en los árabes.

«En especial en él, que te engañó conmigo y quién sabe cuántas más».

—Lo conozco lo suficiente —dijo—, y confío plenamente en él, jamás me traicionaría.

Ay por favor...

—Los habibis son mujeriegos, o al menos la mayoría —contradije.

—Él no.

Si tú supieras...

—Claro —continuó Paris ya algo enfadada de mi cuestionamiento—, como tú no tienes a nadie... obviamente no vas a entender lo que es el verdadero amor.

Ja.

Quería decírselo.

Realmente bailaba en la punta de mi lengua todo lo que había pasado con su supuesto prometido perfecto, pero como si el mundo estuviera en mi contra, tocaron el timbre de la casa.

Fruncí el ceño, ¿Quién podía ser a estas horas de la madrugada?

Paris salió de la cocina y yo fui detrás de ella hacia la puerta, mi madre bajó las escaleras con el cabello un poco desordenado y los ojos un poco hinchados porque estaba durmiendo.

—¿Es tu amigo? —preguntó mi madre a Paris soltando un bostezo.

—¿Qué amigo? —dije confusa observando como Paris veía por el picaporte y afirmaba con la cabeza a la respuesta de mi madre.

—Invité al hermano de Hassan para la boda, viene de Miami —explicó Paris.

—Ya va —dije sintiendo como si algo me hubieran frenado en seco—, ¿Boda?

—Ellos vinieron porque piensan casarse aquí, Paula —me explicó mi madre como si fuera tonta—. ¿Qué creías?

Ya va.

¿QUÉ?

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***
Se nos viene la boda árabe😂😂 pobre Paula🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️🤦‍♀️ ¿quien sera el hermano de Hassan? No se lo pierdan, esto se va a prender wuajajaaaa... Recuerda votar🔥
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Nos leemos pronto.

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