Veintinueve: ¿Héroe o asesino? (Parte II)

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Capítulo 29: ¿Héroe o asesino? (Parte II)


Solo pude quedarme muy quieta observando la sangre escurriéndose por todos lados del suelo, tapé mi boca sin ser capaz de moverme, mi perro Gato estaba vuelto loco ladrando por la habitación y solo pude espabilarme un poco llamándolo para que viniera, pero no me hacía caso.

Estaba tan pasmada que sentía que me había metido a una especie de sueño o más bien; pesadilla.

No sabia si era un asesino que le dio por matar a la de servicio o mi héroe porque de alguna manera ella venía a asesinarnos...

No sabía qué pensar.

George no se volteó, simplemente con fuerza cargó el cuerpo inerte de la mujer colocándola en la cama, manchando las sábanas de sangre y le comenzó a quitar la ropa.

—George pero... —susurré sin poder encontrar mi voz— ¿Qué coños estás haciendo?

Tenia una mezcla de terror, incredulidad y a la vez confusión porque no confiaba lo que mis ojos veían o no lo procesaba, sí, creo que no lo podía procesar.

De repente George se volteó hacia mí sosteniendo la ropa de ella y me señaló mi ropa.

—Cambiate a esta ropa, rápido —demandó George lanzándomela y yo la atrapé en el aire, estaba manchada de sangre y con algunos cortes por las puñaladas que él le había hecho.

—George... —susurré muerta del pánico, el olor a sangre comenzaba a marearme y mi visión se tornó borrosa.

Creo que estaba comenzando a tener un ataque de pánico.

—Nos están siguiendo la pista, así que cambiate —dijo apresurado— debemos irnos ya...

George al ver que no me movía, caminó hacia mí, su torso ensangrentando, sus ojos azules muy ampliados y alertas, no dudó cuando comenzó a zarandearme rápidamente por los hombros haciéndome entrar en un peor pánico porque me hacía saber que estábamos en real peligro; nos iban a asesinar.

—Despierta, apresurate que estamos contra reloj —me dijo esta vez en un tono de voz un poco más fuerte, se notaba incluso enojado.

Tragué pesadamente y fue cuando desperté de mi estado pasmado sintiéndome completamente a la defensiva y fuera de lugar.

—Pero la chica, ¿Por qué tuviste que matarla? —comencé a decir, alterándome y le grité empujándolo por el pecho: — ¡Eres un asesino! ¡ASESINO!

George no estaba para mis cambios de humor y solo sentí el pinchazo en mi mejilla cuando me abofeteó, y me miró fijamente intentando hacerme entrar en razón, sentía como si de la nada hubiera aterrizado en tierra.

—Entra en razón y ubicate —me dijo con firmeza, la vena de su frente hinchándose se notaba alterado—, están buscándonos y tenemos que irnos, así que cambiate. Yo me encargaré de esto.

Apenas pude tragar saliva cuando él salió rápidamente de la habitación cerrando la puerta de un golpe dejándome sola y sin explicación.

Mierda.

Esto... esto no era broma, era una situación de vida o muerte.

Le hice caso comenzando a cambiarme la ropa con rapidez sin refutar y es que este hombre... ¿Quién era? Parecía alguien completamente desconocido para mí, pero claro, en una situación así, obviamente no iba a ser el George de siempre, esto era sobrevivir.

Ay, Dios, ¿En qué lio me he metido?

De repente escuché gritos y pisadas fuertes, terminé de acomodarme la parte de arriba del uniforme cuando Gato comenzó a ladrarle a la puerta.

—Gato ¡ven! —lo llamé, no sabia lo que estaba ocurriendo afuera, pero tenía muchísimo miedo.

La puerta se abrió de un golpe empujando a Gato a un lado, varios hombres armados con trajes antibalas y mascaras negras que cubrían sus rostros entraron, grité reaccionando enseguida yendo hacia la ventana, era la única salida y la abrí rápidamente.

No pude pensar, no vi la altura, ni mucho menos pensé en nadie más que no fuera yo en ese momento cuando salté al vacío apretando los ojos con fuerza.

Y me estrellé contra el piso.

Auch.

Todo mi cuerpo temblaba, no había sido tan alto, pero dolía mucho porque me estrellé contra la grama creciente. Miré alrededor cuando varias luces comenzaron a alumbrarme y entonces, me rodearon más tipos armados, luché contra ellos, pero fue imposible, me agarraron levantándome de ahí y me metieron forzadamente a una camioneta.

George...

Mi perro...

Mi madre...

Mi hermana...

Hassan...

Todo lo que pasó los últimos días se arremolinó frente a mis ojos como una rápida película, y fue entonces cuando mi visión se tornó borrosa y me desmayé...


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