VENENO (+18) [Completo]

Quince: En la discoteca ¡qué calor!

15. En la discoteca ¡qué calor!

Alí se subió al auto sobresaltándome y me alejé de George aclarando mi garganta; disimulando que no había pasado nada... pero la cosa es que sí pasó, casi lo besé, rocé su boca, sentí mi rostro llenarse de un vapor caliente demostrando el sonrojo que probablemente estaba llenando mi rostro cuando con algo de torpeza toqué la pantalla del reproductor para poner la radio y comenzó a sonar la canción de Doja Cat con I Need To Know, joder, creo que era un mal momento para una canción tan sexy como esa.

Arranqué cuando vi que Hassan lo hizo, podía sentir la mirada de George sobre sobre mí, él tampoco decía nada por el extraño momento íntimo, únicamente Alí era el que parloteaba diciendo los buenos lugares que había en la ciudad a los que podíamos ir a visitar mañana, al menos él hacía de la situación algo menos incómodo.

Al llegar entramos a 334, no había tanta gente en la discoteca posiblemente porque era apenas un día de semana, pero las luces y el ambiente estaba bastante bueno como para beber un poco y empezar a bailar, mis ojos se dirigieron a la mesa a donde nos acercamos, y mis ojos se cruzaron con unos familiares ojos claros, lo reconocí enseguida, definitivamente los anos no habían pasado en vano, ahora Aspen estaba más grande, con una ligera barba adornando su rostro y un arete en la oreja, lo admitía, estaba muy lindo.

Él se levantó sin quitar sus ojos de mí; acercándose, estiró los brazos y ambos sonreímos dándonos un abrazo de esos que son más recuerdos y cariño que cualquier otra cosa... reencontrarnos después de tanto tiempo era definitivamente algo muy hermoso.

—Paulina ¿Cómo estás? —dijo cuando nos separamos observando de mi rostro a la planta de mis pies y viceversa— ¡Guao!, estás hermosísima.

Paulina.

Sonreí y sentí mis mejillas sonrojarse débilmente, así siempre me llamaba cuando éramos niños, era increíble que aún se acordaba.

—Gracias —dije sin poder borrar la sonrisa de mi rostro—, bien, bien... eh, tú también estás muy suave.

Después de que lo dije, me sonrojé aún más, ¿Por qué le dije que estaba suave? Bueno, tenía un perfume suave pero aun así...

 Él soltó una carcajada.

—Gracias —dijo Aspen y no sabría decir si era por las luces, pero pareció sonrojarse un poco—. He leído tu libro, el de Los secretos de Stuard realmente es muy bueno —dijo iba a decir algo pero era como si realmente él estuviera más emocionado que yo y agregó: — Tengo varias pregunta, bueno, esta es la primera, es decir, ¿Roma de verdad se pudo haber enamorado tan rápido del rey o fue más que todo estrategias para poder salvarse de que la matara?
Vaya.

De verdad me había leído, no podía creer que mi crush de niña le gustaran mis historias, sentí que ahora el sonrojo se había esparcido hacia mis orejas.

—Bueno de verdad, Roma...—comencé a decir, cuando de repente una chica apareció al lado de Aspen, era un poco baja, me llegaba probablemente por el pecho, su cabello rubio platinado y no iba a mentir, era bonita.

—Hola —nos interrumpió agarrando el brazo de Aspen de manera posesiva y mostrándome la sonrisa más hipócrita que podía existir en el mundo.

Me imaginaba que esa era su novia.

No podía creer que tuviera celos de mí siendo tan linda.

«Es insegura».

Era la única explicación que se me venía a la cabeza.

—Darcy —dijo Aspen aclarando su garganta—, ella es Paula mi amiga de la infancia, es escritora de Los Secretos De Stuard, el libro que te recomendé, ¿recuerdas?