-Es lo que te decía, Jacob. Kevin no está pasando un buen momento y no sé qué más hacer- dijiste con un evidente tono de preocupación.
Llevabas semanas viendo cómo el bonito brillo de los ojos de Kevin se iba apagando por culpa de sus compañeros de trabajo.
¿Quién decía que el bullying solo se vivía en la escuela? Algunos adultos nunca madurarían ni se harían cargo de sus acciones.
-¿Por qué no me dice nada?- pensó en voz alta Jacob, frustrado.
-Sabes lo importante que eres para él y no quiere que sufras...
Seguías explicándole a Jacob la razón por la que Kevin ocultaba todo el dolor.
Todo comenzó cuando Kevin obtuvo un puesto como becario en una empresa de marketing. Estaba en el equipo de diseño.
Cuando empezó, estaba muy ilusionado. No era el sueño de su vida, pero al menos podía dejar volar su imaginación y utilizar su don para ayudar a una empresa y, encima le pagaban. Así podía ahorrar para poder darle una sorpresa a Jacob en su primer aniversario.
Pasó el primer mes y te empezaste a dar cuenta que Kevin no era el mismo de antes. Cada día parecía más cansado, ya no bromeaba; ya no mostraba la misma ilusión cuando le hablabas de música nueva; y lo peor, ya no se unía a tus sesiones espontáneas de twerk.
Estuviste varios días preguntándole qué le pasaba. Era un hueso duro de roer, una persona tan empática, que por desgracia, muchas veces dejaba de lado sus sentimientos para no herir a los demás. Hasta que un día, y sabiendo que al no contar nada, más te preocupabas, estalló e incluso derramó unas lágrimas:
-Me hacen la ley del hielo en el trabajo. Se van a comer sin mí, no me saludan y no me toman en cuenta para los proyectos.
Sentiste que no debía decir más para comprender lo que estaba sucediendo. Decidiste tomarle de la mano y no presionarlo. Sin embargo, continuó:
-También empezaron a decir rumores de mí. Dicen que hablo mal de ellos a sus espaldas y que soy una persona con dos caras y que no merezco ser parte del equipo.
-¿Se lo has contado a Cobie?- preguntaste sabiendo que él podría consolarlo mejor que tú. Al fin y al cabo, son almas gemelas.
-Ya sabes cómo es, va a intentar que deje ese trabajo, pero es lo único que tengo para por fin pedirle que vivamos juntos. No le digas nada, por favor- te rogó con los ojos hinchados.
Pese a su petición, quedaste con Jacob para contarle todo, o al menos una parte. No podías ocultarle a tu mejor amigo, que tu otro mejor amigo estaba sufriendo. Al final, siempre estabas al medio.
-Y es por eso que deberías hablar claramente con él.
-¿Pero qué es exactamente lo que pasó?- preguntó Jacob preocupado.
-Mira, voy a romper la promesa sólo a la mitad. No querrás que Kevin se enfade conmigo. Los detalles te los buscas tú solo- Dijiste mientras te dirigías a la puerta mientras Jacob se quedaba confuso en el sofá.
No mucho tiempo después llegó Kevin. Como cada sábado por la noche, tenían su cita de netflix, pizza y helado.
-Kevin, tenemos que hablar- anunció Jacob con un tono cálido pero serio al mismo tiempo. Se notaba que algo serio pasaba.
-Creo que ya sé qué pasa, sabía que te lo contaría. Supongo que me toca dar los detalles, ¿verdad?- dijo Kevin. Ya sabía que le ibas a contar todo a Jacob, de hecho, decidió contártelo para que Jacob estuviera más preparado.
Kevin le contó todo a Jacob, incluso le confesó el miedo que tenía de dejar el trabajo y no poder superar esta mala racha. O incluso, tener que aplazar un gran sueño, aunque no le dio detalles sobre esto último.
-Sé que muchas veces he intentado ayudarte y quizás lo único que conseguí fue presionarte aún más. Solo quiero que seas feliz. Eres una persona tan maravillosa, talentosa, atenta. Puede que seas un poco torpe- rió Jacob mientras Kevin se tapaba la cara de la vergüenza- pero tienes un corazón tan puro. No te mereces sufrir así, ni ahora ni nunca.
-Cobie...
-Y no soy el único que piensa así. Ven aquí- dijo Jacob mientras acercaba a Kevin y le daba un abrazo que aseguraba que todo lo que le dijo, venía desde el fondo de su corazón.
Kevin se sintió seguro por fin. En los brazos de una persona que lo apreciaba de verdad y que le recordaba cada día lo valioso que es.
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Imagina con The Boyz
FanfictionHistorias de The Boyz y tú de todo tipo~ Iré actualizando cada vez que pueda y estoy abierta a sugerencias :3 ¡Pueden ser leídos por cualquier persona, independiente de su pronombre!