La habitación levemente iluminada por los débiles rayos de sol del otoño.
Los pájaros cantando sus preocupaciones en los árboles cercanos y el mecer de las hojas contra el viento.
Dos corazones latiendo en el mismo espacio y tiempo. Coordinados como si se tratara de una dulce coreografía.
No se podía sentir mayor paz.
Juyeon y tú estaban recostados de espalda, cabeza con cabeza, a ambos lados de la cama. Con los pies en el suelo, sintiendo el frío suelo de mármol.
Lo único que interrumpió ese precioso momento de intimidad fue tu teléfono.
Miras el mensaje que te acaba de llegar, es de tu jefa, recordándote que hoy te tocaba hacer horas extras por la tarde.
Pensando que Juyeon estaba dormido, te levantas sin hacer ruido y te giras. Lo miras mientras su pecho se eleva con cada respiración, lentamente. Sus ojos, cerrados y sus párpados relajados.
Te sientes bien al verlo así. Sabes que su vida es un ajetreo constante, al igual que la tuya. Con la diferencia de que cada noche, al menos tú, podías volver a casa.
Con pesadez en el corazón por tener que pasar una de sus pocas tardes libres sin él, te acercas a su cara, de forma que sus labios están a la altura de tus ojos; y los suyos, de los tuyos.
Te inclinas para darle un suave beso de despedida, sin la intención de despertarlo.
Cuando intentas alejarte, Juyeon, sin abrir los ojos, agarra tus manos y tira de ti hasta que te tiene cerca y susurra:
-¿Crees que a eso se le puede llamar beso?
Sin darte tiempo a responder, une sus labios junto a los tuyos.
Fue un beso cargado de pasión, adictivo y picante.
Un beso prometedor y la antesala de lo que ocurriría cuando volvieras a casa esa noche.
Un suave roce que acabó en una ardiente chispa. Sin duda, la promesa fue cumplida.
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Imagina con The Boyz
FanfictionHistorias de The Boyz y tú de todo tipo~ Iré actualizando cada vez que pueda y estoy abierta a sugerencias :3 ¡Pueden ser leídos por cualquier persona, independiente de su pronombre!