Delusión- Tu bias

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Otro viernes aburrido.

No hacía mucho que habías abierto tu tienda de regalos personalizados.

Te encantaba el diseño y Photoshop no se te daba nada de mal. Vives en una ciudad turística y a los visitantes les encantaba llevarse camisetas, tazas y postales con sus fotos. Te harías de oro en poco tiempo.

O eso es lo que creías...

Después de cuatro meses, en los cuales el verano voló, te viste en la difícil situación de esperar cada día conseguir un mínimo de ventas.

Este viernes no parecía prometedor, en ningún sentido hasta que...

-Buenos días, disculpe.

¡Un policía! ¿Estaría investigando algo? Sabias que no habías hecho nada malo, pero tu cuerpo reaccionó automáticamente, aunque no sabes si es por su uniforme en sí o por lo bien que le queda.

-Buenos días- le respondes. Esperando a que te diga algo.

-Quisiera comprar un cojín en forma de corazón y ponerle esta foto...

No le prestas atención. Hace tiempo que no veías a alguien tan atractivo. ¿Sería este el hombre que siempre estabas esperando? ¿Tu alma gemela? ¿Con el que compartirías todos tus días hasta el final de tu vi..?

-Disculpe, ¿Es posible?

-Perdóneme, no lo he escuchado bien.

-Le preguntaba si era posible imprimir esta foto en el cojín de corazón- Sonríe.

-Sí, claro. En 20 minutos lo tengo listo.

-Muchas gracias, en veinte minutos estaré aquí.

Lo ves marcharse. Tú con la esperanza de que en poco tiempo estará aquí otra vez.

Con mucha ilusión, te pones a preparar el estampado y es cuando te fijas en la foto.

Sale tu querido cliente, al lado de una mujer muy sonriente y ambos sosteniendo a un precioso bebé.

La sonrisa se ha esfumado de tus labios: otra vez has caído en la delusión. Esa que últimamente es la única que parece hacer de este mundo, un lugar menos cruel y oscuro. Aunque haya sido solo por un momento... además, ¿quién te obliga a soñar tanto?

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