El acuario es un lugar mágico en el que Jeongin podría pasarse horas y horas. Ver todos esos pececillos nadando tan de cerca hace que se sienta como un niño emocionado. Además, las peceras del acuario de la ciudad son inmensas, por lo que tiene la sensación de estar caminando en un pasillo secreto en el medio del mar. Es como una escena de una película en la que él es el protagonista y todos los demás son extras.
A su vez, sabe de sobras que el hecho de encerrar a todos esos pobres animales no es la práctica más moral que puede llegar a desenvolver el ser humano. Es totalmente consciente de que estarían mucho mejor en el mar o en los ríos, su hábitat natural, pero por lo menos no son maltratados ni se les da una mala vida. Es como una sensación agridulce de la que no puede desprenderse pero que intenta ignorar para poder disfrutar del tiempo allí.
Él va de pecera en pecera como un niño emocionado, riéndose del aspecto chistoso de algunos peces y maravillándose con la belleza de otros. Hyunjin simplemente lo sigue con una sonrisa ligera pintada en su rostro. El ambiente entre ellos es calmado y agradable, con algunas bromas y una charla amena.
Yang se para delante de una de las peceras más grandes, que ocupa toda una pared enorme y que desprende un ligero brillo azulado en la penumbra del lugar, para observan un banco de peces que nada ágilmente. Su acompañante se para a su lado, ligeramente aliviado de que el chico al fin haya decidido parar un poco. Sus pies le agradecen haber dejado de moverse sin descanso por unos instantes.
Están tan cerca que sus manos se rozan suavemente, detalle que no pasa desapercibido para ninguno de los dos. El menor siente como su corazón comienza a latir desenfrenado cuando parece que el otro va a hacer un movimiento que acabe con sus manos unidas. Sin ningún motivo aparente el miedo y la inseguridad se apoderan de él sin piedad, haciendo que aparte su mano ligeramente en un impulso rezando porque el chico no lo note. Pero es más que obvio que su movimiento no ha sido tan sutil como él pensaba y Hwang lo ha notado cuando lo observa con una ceja alzada por la confusión.
-¿De que tienes tanto miedo?- formula la pregunta mirándolo a los ojos con una intensidad que casi hace que quiera salir huyendo de ahí.
Eso se pregunta él también. ¿De qué tiene tanto miedo? Hyunjin es un gran chico que lo ha tratado siempre correctamente y con respeto en todo el tiempo que se conocen. Ha tenido un ligero enamoramiento con él desde que lo vio en su primer día de universidad. Pero, aún así, hay una espina que retuerce sus entrañas cada vez que piensa en que su interés puede ser correspondido. Es como si el mundo lo apretase entre dos paredes de angustia y desesperación que no logra comprender completamente pero que no le dejan actuar en paz, que limitan sus movimientos cuando del chico de largos cabellos azabaches se trata.
-Simplemente tengo miedo de todo lo que pueda pasar.- responde en un susurro poco convencido.
Hyunjin suspira, reacio a dejar que un pequeño miedo del menor les impida seguir avanzando como hasta ahora. Sin separar su mirada de la del pequeño de hebras castañas vuelve a mover su mano atrapando la contraria entre sus dedos. Con ese simple roce siente que al fin ha encontrado su lugar ideal, ese en el que nada más importa. Parece que sus manos hayan sido creadas para encajar juntas, como dos piezas de un mismo rompecabezas. El tacto de Jeongin es suave y melifluo, tanto como él. Se dice a si mismo que no quiere soltar la mano del chico nunca más.
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~Until We Meet Again~ Hyunin/Minsung
FanfictionJisung y Minho eran una pareja que consumó su desdichado amor en la época de los ochenta antes de que su amargo final llegase. Jeongin y Hyunjin son dos chicos que acuden a la misma universidad, ya en el año 2020, y que sienten miles de sensaciones...