Jisung y Minho eran una pareja que consumó su desdichado amor en la época de los ochenta antes de que su amargo final llegase.
Jeongin y Hyunjin son dos chicos que acuden a la misma universidad, ya en el año 2020, y que sienten miles de sensaciones...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Jisung. ¿Vas a irte?- la voz de su hermano Hangyul hace que el nombrado se sobresalte ligeramente.
Está sentado en la entrada de su casa, poniéndose los zapatos. Hoy es su cumpleaños y ha quedado con Minho para pasar algo de tiempo juntos con motivo del día especial. Esperaba poder escabullirse sin dar explicaciones, pero su hermano lo ha pillado con las manos en la masa. Sabe que él no le dirá nada por irse, pero es posible que su escapada les cause problemas a ambos con su madre.
Este lo observa con una ceja alzada, esperando su respuesta. Lleva de la mano a su hija, la sobrina de Jisung, de tan solo siete años, que observa a su tío con curiosidad. Es obvio que se ha arreglado más de lo normal, por lo que la pequeña supone que el chico va a algún lugar importante. Igual va a ver a esa persona que su padre y su abuelo dicen que lo hace tan feliz. La idea hace que se sienta alegre ella también por la felicidad de su tío Jisung.
-Si mamá se entera te meterás en un buen lío. No quiero que pase eso.- el mayor pone en palabras preocupadas lo que él mismo estaba pensando.
-Por favor, cúbreme. Realmente quiero ver a Minho.- le suplica intentando hacer su mejor puchero. Sabe que Hangyul no puede resistirse cuando actúa de manera adorable, así que lo más probable es que se salga con la suya. Preferiría no tener que pedirle que mintiese, involucrándolo así en sus peleas con su progenitora, pero de verdad quiere ir a ver a su mayor.- Prometo que volveré pronto. No estaré allí mucho tiempo.
-Jisung... La última vez que ella te pilló escapándote para verlo te abofeteó muy fuerte. No quiero ver como eso se repite.- posa una de sus manos en su cabello en una suave caricia, realmente preocupado porque su hermano menor sufra la furia de su madre simplemente por ser quién es. Él menor se permite por unos momentos refugiarse en el familiar calor del toque de su hermano, haciendo un nuevo puchero para intentar jugar con su sensibilidad.- Vale, pero tienes que volver enseguida. No sé cuándo va a volver mamá. No te quedes a pasar la noche allí.
-Entendido.- responde Jisung con una brillante sonrisa por haber conseguido su objetivo.- Iré y volveré antes de que te des cuenta. No notarás siquiera que me he ido.
Su hermano mayor solo asiente con la cabeza como respuesta, poco convencido a diferencia de él mismo. Cada día que pasa está más preocupado por la situación en la que vive el menor, hostigado por su madre por algo tan simple como amar a alguien. Más de una vez en los últimos meses se ha encontrado a si mismo deseando que el adolescente se canse de todo y se marche de esa casa de locos. Quizás así pueda vivir su vida sin miedo a que algo malo pueda esperarle cuando vuelva a casa. Incluso podría apoyarlo económicamente si lo necesitase, todo con tal de dejar de ver como tiene que andar con pies de plomo en todo momento para no enfadarla a ella.
-¿A dónde vas, tío Sung?- pregunta la niña con inocencia después de unos segundos de silencio.
-Tengo algo que hacer, pero volveré enseguida.- le responde el chico con una brillante sonrisa. Es más que obvio que la pequeña ha notado la incomodidad de su padre y su tío y que eso la ha asustado ligeramente.- Cuida de Hangyul por mí mientras no estoy, ¿vale? Sé que queda en buenas manos contigo.
