Jisung y Minho eran una pareja que consumó su desdichado amor en la época de los ochenta antes de que su amargo final llegase.
Jeongin y Hyunjin son dos chicos que acuden a la misma universidad, ya en el año 2020, y que sienten miles de sensaciones...
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-¡Minho hyung! ¡Minho hyung! ¡Espera por favor!
Jisung corre tras el chico mayor intentando darle alcance y conseguir hablar con él, pero este solo parece acelerar más el paso cuando él se acerca. Aún así está decidido a cumplir su misión de cortejar a Lee y no se dará por vencido hasta que no consiga algo más que una negativa tajante por parte de este. Está completamente seguro de que Minho no podrá resistirse mucho más a sus encantos y que le dará una oportunidad, por muy pequeña que esta sea.
-¿Puedes venir a almorzar conmigo? ¡Minho hyung!
Agarra su muñeca ejerciendo una ligera presión para hacer que el chico pare de caminar, pero con cuidado de no hacerle daño accidentalmente. Este se gira con cara de pocos amigos. Juraría que puede notar la molestia condensándose en su entrecejo fruncido y en sus labios apretados. A pesar de que su actitud grosera ya está empezando a cansarle, Han le dedica su mejor sonrisa, esa que solo muestra cuando es necesario encandilar a alguien con su apariencia adorable.
-No voy a ir.- responde tajante, haciendo gala de su mal humor.
-A veces me pregunto si tienes corazón.- suspira el menor dejando que sus labios hagan un puchero a pesar de que sabe que se verá estúpido haciéndolo. Ya hace días que dejó de lado cualquier tipo de vergüenza o inseguridad cuando está cerca del chico, que ya le ha hecho recurrir a todas las artimañas posibles para conseguir un mínimo de atención.- Te he seguido por más de un mes. Podrías darme una oportunidad. No soy tan mala compañía.
-No te he pedido que me sigas.- de nuevo, sus intentos de acercamiento se ven atacados mortalmente por respuestas cortantes.
-De todos modos llevaré comida para ti. Te esperaré en el comedor.- deja caer con una sonrisa brillante de nuevo.
-¿Por que eres tan cabezota?- suspira el otro con resignación.- No voy a ir.
-Te esperaré igualmente.- responde el de mejillas regordetas antes de salir corriendo sin dejar que el contrario haga ningún comentario más que pueda minar sus esperanzas.
-¡Jisung!
Minho ve marchar con impotencia al insistente chico. Le molesta en demasía su actitud confianzuda y su repentino interés en él. Siempre ha sido una persona solitaria y la repentina intromisión en su tranquilidad habitual lo tiene algo descolocado. Definitivamente no irá a comer con él bajo ningún concepto. Se quedará leyendo en algún lugar tranquilo como ha hecho siempre. No necesita más compañía que la suya propia. Quizás así Han se de cuenta al fin de que no está interesado en acercarse a nadie.
Por su parte Jisung se aleja feliz de haber reunido el valor para haber invitado a Lee a comer con él. Hasta él mismo se pregunta cómo es que no ha desistido en sus intentos de hacer que el mayor le preste un poco de atención después de tantas malas contestaciones, pero hay algo en él que le hace volver una y otra vez a su lado para seguir intentándolo por mucho que se diga que no va a hacerlo. Es como una fuerza magnética que hace que dos polos tan opuestos como ellos se atraigan. Aunque parece que el único que siente esa potente fuerza de atracción es él, porque el otro no da signos de interés en su persona.
