Jisung y Minho eran una pareja que consumó su desdichado amor en la época de los ochenta antes de que su amargo final llegase.
Jeongin y Hyunjin son dos chicos que acuden a la misma universidad, ya en el año 2020, y que sienten miles de sensaciones...
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El pequeño chico de cabellos castaños camina con calculada lentitud por las pequeñas calles que se forman entre los diferentes edificios que conforman su universidad. Sigue intentando darle una explicación a por qué le ha dicho eso a Yuto que vaya más allá del arranque de valor del momento. Se siente avergonzado de si mismo y se pregunta qué pasaría si Hyunjin se enterase. Quizás dejase de hablarle cuando supiese lo que va diciendo por ahí. También se pregunta qué le dirá a sus amigas cuando las vuelva a ver para explicar sus palabras.
-¿Estarías interesado en la carrera de administración de empresas?
Esa frase pronunciada un poco más allá lo devuelve a la realidad. Está a punto de ver a Hwang y aún no sabe bien cómo actuar para que no se le note lo nervioso que está. Es como un niño que acaba de realizar una travesura y que no sabe como escondérselo a sus padres. Se queda plantado viendo como un chico de aspecto de ir todavía al instituto rechaza cortésmente el panfleto que le ofrece uno de los compañeros de carrera del mayor con el que ha hablado un par de veces.
-¡Hey, Jeongin!- exclama este con alegría cuando nota su presencia.- ¿Estás buscando a Hyunjin?- él solo asiente ligeramente, algo violentado al no ser capaz de recordar el nombre del chico que lo trata con tanta naturalidad.- Está allí.
Señala con la mano en dirección a la mesa principal del stan de la carrera de administración de empresas. Como ha dicho, la persona que ha ido a buscar se encuentra detrás de la misma atendiendo a un grupo de chicas con uniforme de instituto que parecen estar pidiendo información. Lleva la chaqueta del club de baile, azul y blanca, sobre el uniforme de la universidad y el cabello recogido en su habitual coleta. Al estar ligeramente inclinado, Yang tiene una vista privilegiada de su hermoso perfil henchido por la concentración. No parece poder deshacerse de sus obligaciones en un futuro inmediato.
-Jeongin está aquí.- ahora se les une un chico que se le hace más familiar, sonriéndole con actitud amigable. Si no recuerda mal, su nombre era Hongjoong.- Y has traído postres. Aunque supongo que serán todos para Hyunjin. No habrás traído uno solo para mí, porque nadie nunca se acuerda del pobre Hongjoong.
-Puedes coger uno si gustas.- le responde divertido por su actitud. Ahora recuerda que el chico bajito de cabellos teñidos de rojo le ha despertado una gran simpatía en las pocas veces que lo ha visto.- No creo que Hyunjin hyung se enfade por tener un postre menos.
-¡Muchas gracias! ¡Tienen una pinta deliciosa!- el chico suena extremadamente emocionado por poder comer uno de sus postres, por lo que Jeongin no puede evitar sonreírle con la misma emoción.
-Todo lo que prepara Jeongin se ve delicioso siempre.- aclara la voz de Hyunjin, sorprendiéndolos a los dos por lo inesperado de su aparición.
-Has buscado un buen novio, Hwang.- responde Hongjoong con la boca llena, una vez recuperado del sobresalto inicial.
Ambos chicos cruzan miradas por unos instantes después de escuchar las palabras del bajito, pero no tardan en separarlas azorados. Jeongin siente como sus mejillas se tiñen de un fuerte carmín cuando piensa en el comentario similar que él ha hecho apenas unos minutos antes. Escucha como el otro chasquea la lengua, pero no parece irritado con lo que ha dicho su amigo. Como siempre, no es capaz de interpretar qué es lo que pasa por la cabeza del mayor.
