Capítulo 2

156 23 14
                                    


Simone

Pensaba que me costaría más convencer a mi hermano para que viniera al internado, sin embargo, fue más fácil de lo que creí. Mejor para mí, la verdad. Era como si los astros se hubieran alineado, pero en vez de hacerlo para jorobarme la vida, milagrosamente fue para bien. Poder estar en el mismo internado que mi ídolo, que hubiera una plaza libre en la habitación de él y que mi hermano aceptase. ¿Qué más se podía pedir? ¡Bendito plan de estudios y sus jornadas de convivencia entre bachilleres! Gracias a eso, primero y segundo de bachiller interactuábamos en muchas actividades, entre ellas, la de compartir habitación. En cualquier momento de mi vida hubiera considerado aquello una estupidez. Mejor estar en casa, en mi cama, en mi habitación. Pero la oportunidad era de oro, y dicen que quien no arriesga no gana, y yo decidí intentarlo. Sabía que sería difícil para mí. ¡Y sobre todo para mi timidez! Pero eso también lo hacía un gran reto que podía intentar superar.

Aunque toda mi motivación se hizo socavón bajando por los subsuelos de aquel centro cuando nos encontrábamos ante sus puertas. El miedo me acechó. ¿Qué haría en los momentos que no pasase con mi hermano? Allí no conocía a nadie y tendría que compartir habitación con una chica de primero a la que no conocía. Los nervios empezaron a acecharme sin poderlos controlar. En aquel momento creí que había sido mala idea crear aquel estrambótico plan. Quería salir corriendo y meterme bajo las sábanas, con los cascos puestos y una de sus canciones. Estaba a punto de decirle a mi familia que mejor volviéramos pero mi hermano habló:

―Ya está todo hecho, Simone, no hay vuelta atrás ―pero no había mala intención en sus palabras, es más, sonaban reconfortantes.

Yo asentí, y así entramos al lugar el cual sería nuestro hogar e instituto durante los siguientes meses.

Tras despedirnos de nuestra familia, cada cual tuvo que emprender su camino hacia sus habitaciones correspondientes. De esta manera nos había indicado la directora, así que no pusimos objeciones, pese a que hubiera preferido que mi hermano me acompañara. Incluso más que el acompañarle yo y de paso poder verle a él. Temía conocer a mi nueva compañera, pero tenía que hacer frente. Aquel día, tras conocer a Alma, supe que no sería tarea fácil convivir con ella, aunque esperaba y deseaba que todo mereciera la pena.

_________________________________________________________

¡Hola!  Ya estoy con un nuevo capítulo de esta obra corta.

Esta vez bajo la perspectiva de Simone. ¿Qué os ha parecido? ¿Cómo le irá la convivencia con Alma? ¿Entablará conversación con su cantante favorito?

¡Me gustaría leer vuestras teorías y opiniones!

Nos vemos el miércoles con un nuevo capítulo. ¡Os espero!

Dos y dos igual a dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora