Simón
Era un juego. No. Era un favor que le hacía a mi hermana. Eso me decía a mí mismo cuando lo primero se me venía a la cabeza. ¿Juego? ¿Juego de qué? No quería admitirme a mí mismo que me gustaba escribirme aquellos mensajes con él. ¡No podía hacer eso! ¡Era el chico que le gustaba a mi hermana! Eso me había llevado a tomar una decisión: pasarle el testigo a ella, consideraba que ya había hecho mi función, y seguir adelante sería peligroso.
Me tapé la cara con la almohada y escuché su risita en la otra cama. Justo en ese momento mi móvil se iluminó. ¡Genial! Seguir escribiéndonos no ayudaba en absoluto. Pero lo miré a ver, me era inevitable.
Crush de mi melli: ¿Y qué llevas puesto?
Yo: ¿Está intentando ligar conmigo o planeando un atraco?
Una enorme carcajada inundó la habitación, lo que hizo que me mordiera el labio inferior para no reírme también.
Yo: Demasiadas series ves tú, ¡qué daño ha hecho la tele! No te daré esa respuesta
Crush de mi melli: jaja
Crush de mi melli: Oye, tengo algunas cosillas que hacer, en otro momento hablamos
Crush de mi melli: Ciao, guapa <3
Yo: Nos vemos en clase mañana guapo!
Y de pronto sentí que alguien destapaba mis sábanas, sobresaltándome. Erick se sentó en mi cama, con las piernas cruzadas y me miró fijamente antes de hablar.
―Tu hermana me contó el otro día que no te gusta mi música, pero que en realidad nunca la has escuchado. ¿Eso es verdad?
Asentí sin decir nada más. ¿Eso era lo que se suponía que tenía que hacer?
―Pues vamos a cambiar eso. No es para echarme flores o cosas así, quiero que juzgues por ti mismo, y si no te gusta que al menos sea por haberlo escuchado.
Dicho esto me puso un casco en la oreja mientras él se ponía el otro, se acomodó tumbándose junto a mí y puso la música antes de que yo me decidiera a protestar. Su música comenzó a reproducirse sorprendiéndome notoriamente. Es verdad, nunca me había animado a escuchar sus canciones, ni aquellas que se escuchaban a todo trapo ni las lentas que podrían dormir a cualquiera. La primera que me mostró era bastante ritmosa, las letras eran diferentes a todo lo que pudiera imaginarme y mi expresión lo demostró haciéndole reír.
―¿Qué esperabas de mi música?
―No sé, por ese ritmo creí que la música del típico tío que quiere tirarse a la que le gusta y no puede ―me sinceré.
Y se volvió a reír a carcajadas. ¿Acaso aquel chico era una sonrisa con patas?
―Pues ya ves que no ―dijo acercándose un poco más mientras me desordenaba el cabello, lo que provocó que cerrase los ojos momentáneamente dejando que sus dedos se entrelazaran en mi pelo.
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¡Hola, hola! Ya estoy aquí con un nuevo capítulo
Simón comienza a sentir cosas por Erick aunque parece que se lo intenta negar a sí mismo. ¡Es el crush de su hermana!
¡Al menos ha escuchado su música y le gusta! ¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Qué creéis que pasará? ¿Se lo contará a su hermana?
¡Nos leemos el domingo!
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Dos y dos igual a dos
Teen FictionSimone, una adolescente en su último año de instituto, siempre tuvo un arma infalible con la que convencer a su hermano mellizo. Así fue como ambos hermanos se embarcaron en una aventura en la que Simón tendría que ayudarla a conquistar al chico de...