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Blake. 

Sus labios subían y bajaban de mi pene, que placer, sabía como hacerlo y me estaba enloqueciendo que lo hiciera de esa forma, su lengua se movía de una forma que hacía que de mi boca salieran gélidos gemidos, pero la verdad para llegar a este punto de placer solo estaba pesando en ella, que era ella quien me estaba haciendo ese trabajo oral, aquella chiquilla testaruda que no dejaba de rondarme la cabeza, tenia que hacer que ella fura completamente mía, la desea eso no lo iba a negar, no iba a negar que a pesa de ser una chiquilla que es hija de la persona que deseo matar hacia que mis fantasías se fueran volviendo cada vez más y más presente, lo que paso en el salón aquel día cuando se puso como una maldita loca a gritarme no sé cuanta mierda hizo que me excitara por completo. De solo imaginarla pegada a la pared con el culo parado listo para mi y ser follada por mi era algo que no dejaba de pensar. 

Pero eso fue hace dos semanas, dos maldita semanas en la que aquella jovencita solo rondaba por mi mente atormentándome y sacándome de quicio. 

No me dirigía la mirada cuando estaba al mando de la clase, no había asistido en dos ocasiones y la única que sabía que era lo que le pasaba era Mikaela, era la única que podía decirme que mierda era lo que le pasaba a Blue. Entonces que mejor forma de sonsacar a una joven estúpida caliente que con un poco de coquetería y de seducción para que hiciera y me dijera todo lo que yo deseaba saber, así que si, era Mikaela la que estaba de rodillas ante mi con su boca en mi pene dándome un buen sexo oral que me estaba dejando lucido, pero no la sacaba de mi mente. 

-Oh mierda-. Gemí ante el movimiento de la lengua que la chica estaba haciendo-. Mierda, mierda...-. 

Sentí como mi corrida llenaba la boca de la joven, unas ligeras compulsiones de mis caderas se hicieron presentes para dar por finalizado mi orgasmo, Mikaela levanto la mirada limpiando su boca ya que por la comisura de esta se le había salido un poco de mi leche, mis respiración estaba agitada y ella estaba deseosa, lo sé y lo sabía perfectamente bien ya que su mirada me lo decía todo, pero yo no estaba de humor para follarla. 

Tome un poco de aire para así ponerme de pie de su cama y arreglar mi pantalón, tenia cosas que hacer y no podía perder más el tiempo. 

-¿Te vas?-. Pregunto la joven. 

-Si, así es-. Conteste sin darle mucho importancia. 

-Pero creí que íbamos a follar-. 

-Lo siento cariño, esta noche no serás-. Pase una mano por mi cabello para arreglarlo. 

Estaba por salir de su habitación cuando ella me tomo de mi brazo girándome y pegándome a la pared cerca de su puerta, ella se veía molesta y yo estaba completamente molesto ya que detestaba que las mujeres creyeran que tenían algún tipo de ley sobre mi una vez que les he dado lo único que les puedo ofrecer, sexo. 

-¡No sé quien carajos crees que soy! pero a mi no me vas a venir a tratar como la estúpida de Blue, tu a mi no me dejas con las ganas ¡Me oíste!-. Grito molesta. 

Y eso a mi que una mujer se me imponga por completo puede sacarme de mis casillas y era algo que no me gustaba, que nadie ni un hombre me retara o que se me enfrentara y no iba a permitir que esta mocosa idiota lo hiciera. 

La tome del cuello ahora pegándola a la pared y me incline un poco a su altura y su rostro cambio por completo de uno molesto a uno asustado y eso me gusto. 

-Escúchame bien mocosa estúpida, tu solo estas para complacerme no yo a ti, cuando te digo que no, es no, tu a mi no me puedes decir que no...porque yo tengo un lindo secretito que te puede hundir en un gran hoyo así que no me provoques ¿Me oíste?-. 

-No tienes nada-. Dijo entre dientes. 

Sonreí con malicia, me reta. 

-¿Eso crees? que pensaría tu madre que su linda hija planeo la violación de su "Mejor amiga"...-. Su cara se distorsiono-. Te imaginas lo que diría tu madre, con la bien que tienen su relación o mejor aun, tu padre, tu pobre e imbécil padre que tiene la imagen de su niña buena, crees que no sé como es la relación de tu padre y tuya, se que tu le vendes la imagen de la niña mimada y buena, pero solo eres una maldita perra que le hace daño a las personas, así que no te metas conmigo-. 

Sonreí al ver la cara de miedo que la joven tenia delante de mi sujeta del cuello, me acerque y le du un beso en su mejilla, la solté y ahora si puede salir de su habitación, su madre no estaba y ella era la única en casa y debido a que no puede sacarle del todo la información que quería de Blue y se puso en un modo de estarse ofreciendo a mi no puede hacer otra cosas más que complacerme a mi y darle a ella lo que deseaba, mi pene. 

Al salir de la casa de Candace algo había llamado mi atención por completo, había una persona en el jardín de mi casa mirando algunas de las rosas que estaban plantadas ahí, cosas que no eran mías sino de la vieja dueña de esta, ¿Qué carajos estaba haciendo ese tipo ahí? camine con rapidez a mi casa, odiaba cuando la gente no tenia respeto por las cosas ajenas. 

-¡Hey! acaso no sabes que estas en propiedad privada-. Dije completamente molesto. 

Entonces el hombre se dio vuelta dejándome verle el rostro. 

-¿Ivan?-. 

-Blake-. Dijo con su tono ruso-. Quien diría que te estuvieras escondiendo de la policía en los suburbios y que además te follaras a las adolescentes ¿Qué sigue? ser amo de casa y hornear galletitas y tomar el té con la vecinas-. Se burlo. 

Odiaba no estar armado, mi arma estaba en la casa en uno de los cajones. 

-¿Qué mierda estas haciendo aquí?-. 

-Supe que mataste a uno de mis hombres y sabes que eso no lo tolero ¡No lo tolero!-. 

-Ese hombre era de los míos y lo usaste para que te diera información sobre lo que hacia-. 

-Pues si, pero al final era uno de los mios...no sabes como siento la muerte de tu hermano, era un crio bastante explosivo además de impulsivo, debió ser doloroso para tu madre perder a su hijo por culpa tuya ¿No?-. 

Sentía como si sangre comenzaba a hervir y aquel hombre quien alguna vez fuera un padre para mi me estaba jodiendo. 

-¡No vuelvas a mencionar a Eric! ¡Nunca más!-. Hable completamente molesto. 

La risa de Ivan era malvada y llena de veneno. 

Camino unos dos pasos hasta estar completamente cerca de mi y tocar mis hombros y me acerco a él hasta que sus labios estuvieron cerca de mi oído. 

-Tu nunca olvides quien fue quien te creo-. 

Se alejo de mi y me guiño un ojo. 

Mi puños se formaron y se apretaron fuertemente, tenia mucha ira. La muerte de mi hermano era algo que no me perdonaba, sino fuera por mi el aun estaría con vida. 


Fugitivo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora