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Blue. 

Era ver la perfección andante, era un hombre que llamaba mucha la atención, puede notar en muchas ocasiones como la señora Olmos miraba al nuevo vecino con unos ojos que no podía disimular lo que ella estaba sintiendo por él, de segura despertaba sus bajas pasiones y bueno y no se diga la mamá de Mikaela, ella estaba pegada a él como si fuera un chicle que por más que intentas despegarlo se unta un poco más, pero luego de una hora, llegaron un poco más de personas y esto parecía una fiesta de bienvenida al vecindario para el nuevo vecino. Pero hablando de él podía notar que él no estaba tan cómodo, trataba de alejarse de las personas que se acercaban y que intentaban hacer una conversación él, pero él simplemente sonreí de una forma tan forzada que daba a entender que no le interesaba estar ahí. 

Y bueno, Mikaela me conto como estaban las cosas entre su madre y el vecino, Blake estaba arreglando su jardín delantero y su madre como "buena vecina" le llevo un pastel de frutas, claro que yo como Mikaela sabíamos que su madre solo se acerco para ver si cazaba algo con él, porque hay que ser sinceras, el vecino no esta nada mal al contrario estaba muy sexy y bueno según Mikaela, Blake estaba en su jardín arreglando su jardín, sin camiseta, pero agradezco de que mi amiga sea tan maliciosa por le tomo foto ¡Y puedo decir que si, esta buenísimo!  

-La verdad es que odio que mi madre empiece de cuzca con los hombres-. Comento Mikaela cruzada de brazos y mirando al frente donde estaba su madre. 

Yo baje un poco mis gafas de sol para mirar hacia donde ella tenia su mirada, debo decir que su madre tiene un buen cuerpo, es una señora sexy que tiene que ofrecer, grandes senos, caderas perfectamente marcadas ya que ella va al gimnasio, largas piernas y todo lo que usa le queda bien, pero se ofrecía rápidamente a un hombre.  

Y por lo que veía, ella no paraba de tocarle los brazos a Blake y de sonreirle con mucha coquetería. 

-Déjala Mika, tu mamá esta haciendo su labor de convencimiento para que él le haga caso-. Comente sin darle mucha importancia. 

Cosa que le molesto a Mikaela ya que se volteo a mirarme con el ceño medio fruncido, se sentó de lado para seguir mirándome completamente molesta. 

-¡No! Blue, odio cuando se pone de esa forma, vieras como se comporta como una cualquiera como si estuviera urgida de un jodido pene que este dentro de su vagina de cuarentona-. Se cruzo de brazos. 

Deje de mirar a mi amiga para volver a ver a su mamá y entonces nuestros ojos se encontraron, dios míos, él estaba mirándome, estaba cruzado de brazos y él estaba ahí, mirándome de una forma tan profunda y tan misteriosa que sentía algo en mi cuerpo, sentía una sensación tan grande que el aire en mis pulmones se atoro un poco y mi corazón comenzó a palpitar como loco, me moví un poco incomoda por la forma en la que me miraba, desvié la mirada por un segundo, pero cuando volví a mirarlo...esa sensación de un escalofrió y mi corazón volvió a latir fuertemente. 

Tenia que distraerme, tenia que ver a otro lado, tenia que hacer algo para dejar de sentir esa sensación tan placentera que me estaba provocando la forma en la que me miraba y en como me hacía sentir, además estaba mal de que me estuviera viendo de esa forma, podría estar cien por ciento segura de que él me doblaba la edad así que estaba mal que me viera de esa forma, estaba muy mal que eso pasara. Así que lo único que pude hacer fue levantarme de mi asiento, tenia que ir por un vaso de agua, no le dije nada a Mikaela ya que estaba muy metida mirando a su madre y sus insinuaciones, pero para mi desgracia tenia que pasar cerca de él, no muy cerca pero si tenia que pasar cerca así que tome un poco de aire  y me levante de mi asiento para así comenzar a caminar hacia la casa. 

Por segundos lo miraba, su personalidad imponía y eso me ponía nerviosa y ansiosa, joder ¿Por qué me sentía de esa forma? no estaba segura, pero, no quería demostrar que estaba nerviosa. 

Y una vez que pase en su campo de visión fue en ese momento en el que me hice mantequilla en sartén. 

Sus ojos me miraron con una gran intensidad, podía sentir como recorría mi cuerpo de arriba hacia abajo y cuando se mordió su labios fue mi jodida perdición, podría jurar que eso lo había echo en cámara lenta ¡Y mierda! 

De pronto mi cuerpo cayo por completo al piso ¡Si, caí al maldito piso!

-¡Ay por dios Blue!-. La voz de Candace se hizo presente. 

¡Torpe! ¡Muy torpe! que soy. Al mirar a mi rodilla estaba llena de sangre y un poco de tierra, mierda, no puedo ser más torpe y sol0 por distraerme con un adonis como el que estaba acercándose a mi ¡Mierda! 

-¿Estas bien?-. Pregunto él con una voz tan profunda que logro que se me erizara la piel. 

Cuando el tuvo tan cerca de mi mi corazón se volvió completamente loco cuando tomo mi pierna para darle un vistazo al golpe que tenia ahí y de solo sentir su mano en mi pierna hizo que me estremeciera la cien, mierda. 

-Hay un poco de agua oxigenada en el baño, llévala a la cocina y ahí la puedes limpiar Blake-. 

El hombre delante de mi simplemente asintió con a cabeza mirando por un momento a la madre de mi mejor amiga que se adentraba a la casa, supongo para ir a buscar las cosas para curarme ¡Ay joder! eso empezaba arder, el hombre enfrente de mi me tomo de mis manos para ayudarme a ponerme de pie y al hacerlo me sorprendió por completo cuando me tomo entre sus brazos para cargarme ¡Me estaba cargando! ¡Mierda, mierda! tenia mis manos en su fuerte y deliciosos peco, y lo que me llama la atención es que tiene tatuajes y pecho peluda, sin exagerar en el bello ¡Porque me estoy  tan caliente! lo único que podía pensar en ese momento solo podía enfocarme en su fuerte y masculina barbilla con barba bien recortada. 

Al llegar a la cocina me sentó en el taburete de y la madre de Mikaela llego al segundo. 

-Ten mas cuidado querida, tu madre me mataría si te ve lastimada-. Comento Candace de forma "simpática". 

Debo decir que mi madre y la madre de mi mejor amiga se conocen a la perfección y no se agradan del todo, yo creo que Candace solo me tolera porque mi mejor amiga me quiere y porque siempre he estado con ella en los momento más difíciles que ha pasado, así que solo me tolera porque prácticamente luego me la vivió aquí. 

-¡Ay!-. Grite al sentir el agua oxigenada en mi rodilla. 

Fruncí un poco el ceño, mi mano izquierda se aferro con fuerza a la orilla de la isla de la cocina y y la otra cayo en su hombro, al darme cuenta de ello aleje mi mano de su físico, mire al hombre que tenia curando mi rodilla y pude verlo con un poco de detenimiento, tenia el cabello negro, una tono de piel tipo canela como si se hubiera bronceado para venir hacia acá, barba perfectamente recortada, pero lo que llamo mi atención fue una cicatriz en su brazo muy grande, eso debió doler mucho. 

-¿Hay algo que gusto?-. 

Su pregunta me hizo dar un salto, joder no quería ser tan obvio. 

-Perdón, no quería ser grosera-. Trague un poco de saliva. 

-Tranquila, no pasa nada-. Me guiño el ojos y se alejo de mi rodilla-. Bien ya estas limpia, solo ten cuidado ¿De acuerdo?-. 

Al decir aquellas palabras solo pude asentir con la cabeza, baje con cuidado del taburete y mire mi rodilla que ya no estaba tan roja como antes, estaba limpia y tenia una gaza con un poco de cinta para que no se despegara mi gaza. 

 -Muchas gracias por ayudarme señor Myers-. Agradecí. 

-No hay de que Azul-. 

Su voz profunda y tan sensual logro nuevamente un efecto en mi, mierda ¿Cómo puede ser posible que algo así como esto me este pasando a mi? nunca me han llamado la atención las personas mayores que yo, bueno, los que conocía eran amigos de mi padre y eran en su mayoría obesos come rosquillas y poco graciosos, pero ver un hombre completamente diferente a lo que luego veía en mi casa, entiendo que me este pasando esto. 

Solo pude asentir con la cabeza y sin más salí de la casa, joder, con todo lo que paso hasta a sed se me quito. 

Al llegar con Mikaela ella tenia una gran sonrisa en su rostro. 

-¡Maldita suertuda!-. 

¿Suertuda? ¿Seré suertuda? puede ser, puede que sea suertuda porque estuve en las manos de un hombre ¡Muy sensual! ¡Ay carajo! ¡Lo soy! 

Fugitivo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora