Fugitivo +18

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Blake

Ver aquellas fotos en su oficina me enfermaba, la forma en como el sonreía ante su nueva familia me hacia sentir completamente molesto y me lastimaba de que el rehiciera su vida y yo tuviera que convertirme en lo que soy ahora, recuerdo cuando era niño quería ser como mi padre, quería ser un gran policía creía que era un oficio completamente bueno y haría que el se sintiera orgulloso, quería entrar a la academia de policías para ser como mi padre, pero él se largo y nos dejo a la deriva y yo me volví en esto, el maldito hijo de puta.  Tomo la foto en la que aparecía con su hijo Freddie, me había tomado el tiempo de saber que había sido de la vida de mi padre, supe que se había casado con una mujer que parecía ser completamente buena, que era una buena mujer que amaba a mi padre, que era una ama de casa, la investigue por completo, era una mujer que se dedicaba a la casa y a su tienda de panes. 

La mujer era Laura Stewart, una mujer que era de familia adinerada pero ella decidió alejarse de ese mundo creando su pastelería y panadería que había tenido un gran excito creando nuevas sucursales en todo Londres y pronto se iría América, eso me había dejado completamente impresionado de que la mujer tuviera excito,  no podía enojarme con ese mujer por querer superarse y no vivir de la fortuna de su familia, pero si podía enojarme con ella por haber cambiado a mi padre yo hubiera dado lo que sea por mi para matarlo con mis propias manos por habernos abandonado  y que haya creado una nueva vida. Cuando tuve edad suficiente para saber de mi padre decidí buscarlo, le había pedido a Ivan que buscara a mi padre, claro que se molesto conmigo cuando se entero de que mi padre era un policía le pedí que me ayudara porque quería verlo y preguntarle el porque nos había dejado a mi familia a mi, cuando supe en donde vivía no dude ni un segundo en ir a su casa y cuando estaba por tocar el timbre desde la calle estaba la ventana de su sala y lo mire cargando a un niño de cuatro años en sus brazos, ese mocoso tenia la suerte de tenerlo cosa que yo no tuve. 

En mi primer arresto por venta de drogas en la calle el solo era un policía que iba a puesto de detective, cuando nos encontramos se impresiono en lo que me había vuelto, trato de acercarse a mi y decirme que él podría darme una vida nueva tanto a mi como a mi familia, pero teníamos que permanecer ocultos porque su esposa no sabía que él tenia una familia, ahí revente en cólera cuando me lo dijo, limpio mi expediente para que nadie me buscara o me metieran a la cárcel por la venta a los pocos días revente su auto a tiros volviéndome completamente loco. Al final su familia se entero que tuvo una familia, pero que no sabía de ellos, cuando me busco porque sabía con quien había trabajado y que podía acercarme, volvió a mi humillándose pidiendo que le diera cualquier tipo de información que fuera valida para su investigación a cambio de eso el trataría que la policía no me persiguiera ya que me había encargado de que mi padre supiera que era un maldito traficante de drogas y armas y que estaba teniendo un gran imperio en mis manos, pero que vivía de una forma "normal". 

-Si sabes que es riesgoso que alguien te vea aquí ¿No?-. Su voz detrás de mi se hizo presente. 

Me gire como el maldito mafioso que era, mirándolo con seriedad y me senté en su silla, dejando la foto de su hijo enfrente de mi. 

-¿Qué edad tiene?-. Pregunte señalando con el dedo la foto. 

Él suspiro y se recargo en la pared de su oficina. 

-Cumplirá los dieciocho a finales de octubre-. 

Asentí con la cabeza. 

-Así que tu bastardo cumple años en Halloween-. Sonreí con malicia y odio-. Debe ser hijo del diablo-. Reí. 

-¿Qué eso tan urgente de lo querías decirme, Blake-. Se cruzo de brazos. 

Recargue mis codos en su escritorio entrelazando mis manos mirándolo con seriedad. 

-He visto a mi madre, su cumpleaños fue hace una semana-. Me puse de pie-. Me pidió algo que me dejo pensativo y que tal vez no pueda darle, me pidió una cabeza, algo que le duela a tu querido detective Dominik Bennett, aun que ya se que realmente no se apellida así, su amigo Austin me lo conto todo antes de morir-. 

Los ojos marrones de mi padre se impresionaron por completo alejándose de la pared en la que estaba recargado. 

-¡Fuiste tu!-. Grito molesto. 

Sonreí e hice una reverencia de agradecimiento. 

-Tenia mi marca personal ¿No te diste cuenta?-. Suspire con orgullo-. Golpes hasta deformarle la caras, rompimiento de un dedo de la mano, en especial el dedo índice y por ultimo un tiro-. Hice una pistola con mis manos colocándolas en la cabeza-. Un tiro en la cabeza-. 

 Mi padre se veía completamente impresionado de lo que acaba de decirle, la forma en como describía las coas sin ningún tipo de emoción e incluso lo único que podía decirlo era una tono sarcástico. Paso sus manos por su cabello, sabía que se estaba exasperando por lo que acaba de decirle, sabía que Austin era uno de sus mejores policías "anticorrupción" y me parecía tan gracioso que ese policía que era del área de corrupción en la policía fuera uno de los más corruptos, todos tenemos cola que pisar e incluso yo y mi padre. 

-¡Que mierda te pasa Blake! no puedes ir matando a los policías así porque si ¿Mierda pasa por tu cabeza?-. 

En un movimiento rápido tomo a mi padre del cuello sacando de mi pantalón sacando una navaja colocándola abajo en su cuello. 

-¡Seguiré matando a los putos policías que se me atraviesen en mi maldito camino hasta que me des lo que quiero!-. Dije entre dientes. 

Mi padre trato de soltarse de mi agarre pero no lo logro. 

-¡Tu no me has dado lo que te pedí! si me das yo te daré lo que me pides ¡Así son las cosas Blake!-. 

Lo apreté un poco más el cuello y cuando note que casi agarraba un color medio morado lo solté, él comenzó a toser recuperando el aire

-Te daré a Ivan-. 

Mi padre me miro con seriedad. 

-¿Cuando?-. 

-En unos días será el baila de invierno en la escuela, tengo un plan, le provocaré y él tendrá que venir a mi si o si, tengo información apreciada que no se lo esperara-. 

-¿Cual es esa información?-.  

Sonreí con malicia. 

-Tengo a su hija en mis manos-.