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Blake

Maldita mocosa, maldita mocosa ¡Es una puta mocosa mal parida! no sé porque en ese momento no saque el arma para darle un puto tiro en la cabeza y así terminaba con toda esta puta mierda que había creado, tenia que terminar con esto ¡Por que no simplemente hago las cosas por impulso! soy bueno con eso ¡Soy muy bueno! debería de darle un tiro a Dominik y Adele y terminar con esta porquería para poder alejarme de ella, dejar a esa maldita mocosa en un orfanato ¡O que se yo! pero el punto es terminar con todo, así de simple podía hacer las cosas, primero me había acercado a Blue para enamorarla y que traicionara la confianza de su puto padre pero todo cambio al enterarme de la verdad ¡Así de fácil! pero quería hacerlo más grande, imbécil que soy, soy un verdadero imbécil. Luego de haberme largado de la casa de Blue llegue a casa como maldita alma que lleva el diablo ¡Estaba harto! así que simplemente fui a mi bar para tomar la botella de ron que tenia ahí, necesitaba tomar algo de alcohol para pasarme el punto momento amargo que estaba viviendo, de solo sentir el ardor del alcohol en mi garganta pude sentirme más relajado.

Tome asiento en mi sofá mirando el techo, tenia que deshacerme todo lo que me estaba rodeando, necesitaba deshacerme de Blue y todo lo que la rodeaba, pero no podía deshacerme de ella así de fácil, por alguna extraña razón tenia la necesidad e estar cerca de ella, de saber que era lo que hacia, si ese maldito mocoso pelirrojo estaba detrás de ella aun y si era así ese maldito no se iba acabar porque ella era solamente mía. Suspire pasando una mano por mi cabello y cara hasta que empezó a sonar el timbre de mi casa, mire mi reloj de muñeca que marcaban la una de la mañana ¿Quién sería? me puse de pie y tome el arma que estaba en la mesa de café y me fui acercando a la puerta y mire por el picaporte y al mirar por ahí me lleve una maldita desgracia al ver a Mikaela ahí, guarde mi arma detrás de mi espalda y la abrí.

Y al hacerlo lo primero que me recibió de ella fue una bofetada de su parte, la mire impactado de ella hiciera eso ¿Pero que mierda?

-¡Blue! ¡Es en serio!-. Grito ella.

Mire a la calle asegurándome de que nadie nos viera y tome los brazos de Mikaela para adentrarla a la casa pero ella luchaba hasta que la cargue para adentrarla a la casa.

-¡No, no! ¡Suéltame maldito idiota!-. Golpeo mi pecho con furia pero ella no hacia nada en mi.

-¡¿Qué puta mierda te pasa Mikaela?! ¿No puedes llegar a mi puta casa hacer tus espectáculos? ¡Quieres que me encuentren o que mierda!-.

Ella tenia lagrimas en los ojos, cosa completamente extraña ya que ella siempre se mostraba amargada, ególatra y sangrona. Ahí la vi rota, destrozada y alterada ¿Pero que puta mierda le pasa?

-¡No puedo creer que estés con ella!-. Volvió a gritar.

-Deje de gritar ¡Maldita sea!-. Primera advertencia.

Comencé a caminar de vuelta a la sala para así tomar la botella en donde antes estaba mi arma.

-¡No, no lo voy hacer! ¡Siempre es ella! ¡Siempre, primero te metiste conmigo y luego con ella!-.

-Cierra la puta boca-. Segunda advertencia.

Bebí de mi botella.

-¡Blue! ¡Blue! ¡Blue! ¿Por que siempre tiene que ser Blue?-.

-Que cierres ya la puta boca-. Tercera advertencia.

-¡No me callare! ¡Nunca más! ¡Y dame la puta cara cuando te hable malnacido!-.

Me tomo de mi brazo girándome con fuerza y al momento de girarme mi mano se estrello en su cara logrando que cayera al piso de mi sala, mi mirada era dura y completamente molesta y la de ella era de susto y de miedo y algo dentro de mi creció en ese momento al verla ahí tirada, mire su vestimenta y tenia un suéter dos tallas mas grande que ella que por lo menos le cubría la mitad de sus muslos, tenia unos tenis convers negros con blanco y su cabello estaba más rizado y esponjado que otras veces que la había ella lucia completamente diferente no se veía glamurosa como muchas otras ocasiones en las que aparentaba ser una chica de mundo y esas maldita mierda, conocí a Mikaela Landon como conocía a Blue Bennett, todos tienen oscuros secretos y sabía que ella tenia unos muy oscuros y sucios por completo, pero las apariencias era lo único que le importaba a esa mocosa. Era una chica envidiosa, ególatra y resentida, si podía te jodia la vida de la forma más discreta y posible para que creyeras que fue tu culpa que fue lo que hizo con Blue aquella noche que por poco un imbécil abusa de ella sino fuera por el pelirrojo.

Fugitivo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora