capitulo 7

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-No se cuanto tiempo paso, abrí los ojos encontrando frente a mi, la cabeza de Piero contra el reposabrazos derecho, soltando ronquidos leves, miro a mi lado notando la ausencia de Chiara, me levanto en silencio como puedo, mi pantalón tenia sangre, lo que significaba que la venda se empapó de nuevo, cubri mi boca con la mano izquierda para no soltar ni el mínimo gruñido de dolor, camino arrastrando la pierna, en eso a Chiara en la cocina de espaldas a mi, con el movil ubicado en el pequeño muro sobre el lavaplatos, se encontraba en video llamada con una chica de cabello corto y lentes, era lo que podía detallar- .

-Es que no me lo creo, se ve mas lindo de cerca, estuve como tonta mirándolo dormir casi media hora y cuando estaba inconsciente no pude resistirme a acariciar su cabello, es tan hermoso.

-Me quede escuchando confundido, ¿a que se referia?-.

-Te dije que era mejor no hablarle, si lo hubiese echo esto seria muy incomodo, no me conoce y así es mejor.

-aammm Chiara...-la chica comenzo a hacer gestos apuntando hacia mi, parece que noto mi presencia por la camara y estaba tratando de hacer que su amiga se callara-.

-¿Que te pasa? -Chiara volteo a verme, se puso palida al instante, dejo la cuchara junto al fogón y mirándome sus mejillas se tornaron de un color rojo intenso- ammm...hola Dante.

-Hola Chiara -sonreí, era muy dulce, su sonrojo me produjo ternura- lamento interrumpir, no te vi en la sala y no quería despertar a tu hermano.

-¿Entonces escuchaste? Osea ¿escuchaste todo?.

-Asentí sonriendo, quería una explicación pero no porque me molestara, solo me veía en la necesidad de comprender la situacion-.

-Bueno, te dejo para que hables con el señor arcangel, adios querida.

-¡Bianca no! -dijo tomando el telefono al ver que su amiga colgaba la llamada- ¡demonios!

-¿Señor arcangel? -pregunte con unas risillas clavadas-.

-Creo que te debo una explicación...-musito mirando al suelo-.

-Nl me debes nada, pero me gustaría saber de donde me conocen tu amiga y tu -sonrei brindándole confianza-.

-Bueno yo...te conozco, tu a mi no pero yo a ti si, osea no es que te conozca pero se quien eres aunque tu no sabes quien soy, pero yo...-sus palabras salían con nerviosismo-.

-Rei por lo bajo- tranquila, comprendo, me conoces pero yo a ti no.

-Ammm si, yo...trabajo en el bar en el que cantas.

-¿Wow de verdad? ¿En que área? Nunca te había visto -estoy seguro que la recordaría, esos ojos no se olvidan fácilmente-.

-Qmmmm...en...¡EN EL AREA DE LIMPIEZA! -dijo recalcando mucho las palabras y abriendo los ojos bastante- si en el area de limpieza hehe -rio nerviosa-.

-Oh, comprendo, y ¿a que se debe el apodo de Arcángel? -no pude contener mi risa, deje salir un pequeño fragmento de esta, era gracioso saber que incluso tenían un apodo para referirse a mi-.

-Pues...por tu voz, tu voz es angelical, y bueno, tu físico ayuda también -dijo con un sonrojo intenso-.

-Entiendo -sonrei- ¿asi que te gusta mi voz?

-Me encanta, cantas increíble, pero nunca me atreví a hablarte, se que eres una persona de clase, y bueno yo...solo soy una simple mese...-se trago el resto de la frase- aseadora, aseadora que vive en este lugar, nada que ver contigo.

-Comencé a comprender, en el bar las meseras usan vestimentas cortas y provocativas, muchas veces los clientes las tocan y bueno, tienen fama de brindar servicios mas atrevidos que los de servir bebidas- ya veo, ¿eres mese-aseadora? -dije sonriendo, no quería que pensara que la juzgaria-.

Un infierno para 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora