capitulo 9

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Dante Pastorino

6:31 am

-Un dolor punzante en mi pierna me despertó de golpe, al sentarme la cabeza me paso una mala jugada, todo se puso borroso, me quede unos segundos haciendo presión con mis indices a cada lado, en mi sien, esperando que el vértigo pasara, respire profundo varias veces, hasta que una nueva punzada irrumpió haciéndome maldecir en voz alta-.

-¡Mierda, maldita sea!

-Chiara pego un saltito bastante tierno, las esmeraldas verdes que portaba en su rostro se abrieron de par en par, no era mi intención asustarla-.

-Dante, ¿que pasa? -se puso de rodillas en el colchón apoyando los antebrazos en la cama-.

-Lo siento no quería despertarte, solo me dolió la pierna.

-Déjame ver -sin esperar respuesta se sentó en la cama y me quito las frazadas de encima-
¡Joder! Esto se ve terrible.

-Parecío que hubiese visto un alien dentro de mi herida, su cara comunicaba autentico terror, no pensé que le importara tanto, pero esa sola expresión de su rostro me demostró lo mucho que se estaba preocupando por mi, ya no era solo amabilidad y empatia, algo me decía que era llanamente interés por mi, o bueno, por mi salud mas bien-.

-Tranquila, seguro se ve peor de lo que realmente es.

-No Dante esto se ve terrible, y estoy segura que es peor de lo que se ve.

-Mientras ella hablaba todo me daba vueltas, las punzadas alternadas entre mi pierna y mi cabeza me estaban comenzando a desesperar, pasaron pocos minutos antes de sentir saliva acumulandose en mi boca, bajo mi lengua, las nauseas parecian subir por mi garganta rapidamente, trate de levantarme, pero era imposible mantenerme de pie, mi pierna era inutil en este momento.

-Tranquilo, ven -me dijo la chica de ojos verdes-.

-Chiara entendio rapidamente mis intenciones de ir al baño, me ayudo como pudo, afortunadamente llegue al escusado, vomite mas de lo que comi, seguro algun organo o talvez medio litro de sangre, asi se sintio, como si algo que no fuera posible vomitar hubiese sido vomitado, llego el punto de solo escupir saliva, y aguantar todo el peso de mi cuerpo en mis antebrazos cada vez mas débiles, puesto que sentía que si me levantaba acabaría vomitando en el suelo, sin embargo nada de eso paso, ya no tenia nada mas en el estomago, solo arcadas sumamente dolorosas, lleve con poca fuerza mi mano a la cadena del escusado, ya era demasiada vergüenza como para no bajar el agua del sanitario, mi cerebro poco activo solo pensaba en la pena que pasaria despues de esto y creo que su ultimo aliento lo uso para hacer aquello, pasando luego a desconectarse y dejarme a mi suerte cual zombie, aproveche que mis manos estaban respondiendo para bajar la tapa y recostar la cabeza sobre mis antebrazos, el dolor era cada vez peor, sentía mi pierna sumergida en ácido, la sangre no cesaba, la presión en mi pecho y el ardor en mi garganta contribuían en gran parte a mis ganas de gritar, para colmo la única posición en la que podía ponerme frente al sanitario era de rodillas, la tensión en mi muslo se volvía mas grande, y sentía como la herida se abría de a pocos, las cosas comenzaron a ser confusas, pase de escuchar cada mínimo ruido que en el momento era estresante, a solo oír todo como si estuviese a 1 kilómetro.

-Dante, dime algo, lo que sea por favor me estas asustando- dijo la princesa que tenia a mi lado, con notable angustia-.

-Los dedos de Chiara se abrían camino en mi cabello mientras ubicaba su brazo izquierdo con suavidad sobre mis costillas, unas manos grandes agarraron mis hombros, todo estaba pasando demasiado rápido, pero tan lento a la vez, trate de concentrarme en lo que estaba pasando, por instinto supongo, me aferre a las muñecas de Piero, que era quien me tomaba por los hombros, pensé en levantarme, pero la delicada mano que viajo de mis costillas hasta mi espalda me lo impidió, Piero me agarro del torso y me levanto cual muñeco, mis 1.79 y yo nos sentíamos altos hasta que conocimos a este gigante que me manipulaba como marioneta, sus brazos se amarraron a mi, permitiéndome recargar el total de mi peso en el, me ayudo a ponerme frente al lavabo, enjuague mi boca con agua, como dije, mi cerebro me abandono tras tirar de la cadena del sanitario, ahora parecía estar haciendo todo por inercia, me recosté sobre Piero, no aguantaba mas, el dolor y la debilidad eran demasiado, el enorme chico me llevo casi cargado a la cama, cerré mis ojos mientras mi respiración me jugaba sucio, acelerada, como si no fuera obvio que terminaría hiperventilandome, la voz angustiada de Chiara retumbó en mis oídos-.

Un infierno para 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora