Mirai siempre fue una chica muy especial, sólo que ella no lo sabía.
No iba a ser hasta el día en que empezó a tener sueños extraños que se daría cuenta del don con el que nació.
Kisaki Tetta X OC
Hago una historia de Kisaki porque lo amo y casi no...
La canción no es de Conan Gray, pero lloremos un ratito con ésta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡Mirai! — gritó Mikey al ver lo que ella había hecho.
La atención de todos se dirigió a aquella escena, haciendo que todos se espantaran.
— ¡Kazutora, ¿qué hiciste?! — le gritó Hanma desde donde estaba. — ¡Era mi hermana, te pedí que no le hicieras nada!
— Fue.... fue un accidente... ella se metió.....
— Espera, ¡¿Hanma y Mirai son hermanos?! — exclamó Draken, quien era el que estaba más cerca de Hanma.
— ¿El apellido de Mirai es Hanma? — preguntó Kisaki desde algún lado cerca de allí.
— ¿Mirai tiene hermanos? ¡Yo pensé que era hija única! — dijo Chifuyu. — Ni siquiera me acuerdo de si me contó que tenía un hermano.
— Mirai.... no se está moviendo..... — musitó Kazutora. — Ella vino a ayudar a Mikey.... o sea que si él no estuviera aquí esto no hubiera pasado.
Mirai vio todo a su alrededor borroso y sintió que no tenía fuerzas para levantarse; las voces que la rodeaban comenzaron a oírse más y más lejanas a ella mientras trataba de no cerrar completamente los ojos.
La sensación que le daba estar así era extraña; muy familiar.
Entonces recordó por qué.
Mirai POV.
Siento como si de pronto ya no me doliera nada, pero no me puedo mover. Mientras estaba en el suelo, los recuerdos de mi infancia que ya había olvidado por completo empezaron a llegar de nuevo a mí.
Tenía.... 8 años, y recuerdo que estaba tratando de decirle algo a mi mamá.
Llamé su atención tirando levemente de su ropa; ella me miró.... esa mirada fría que siempre tenía frente a mí me causaba escalofríos.
— ¿Qué quieres? — su voz gélida resonó en la cocina que antes estaba en completo silencio.
Me puse nerviosa, tenía miedo de que se fuera a enojar si hablaba; jamás me acostumbré a la manera en que ella se dirigía a mí. Su tono me daba miedo, y aunque lo que le iba a decir no era la gran cosa, sabía que ella se podría enojar igualmente. Comencé a jugar con mis dedos tratando de calmarme.
— Mamá.... ¿puedo salir?
— No. — me habló en tono severo; ya sabía que no la podía contradecir.
Entonces, ¿por qué fue que lo hice?
— ¿Por qué no? — supongo que sólo quería una respuesta.
