— Por cierto, ¿qué traes en tu bolso? — le preguntó Mitsuya antes de irse.
— ¿Hm? Ah, sólo traía algo de dinero que ya gasté, mi teléfono lo había dejado en casa y lo otro es... es el regalo de cumpleaños que me dio mi hermano. — sacó la pequeña caja.
— ¿Aún no lo abres?
— Estaba muy enojada para hacerlo.
— ¿Por qué no lo haces ahora?
Mirai observó la caja en sus manos, y algo dudosa la abrió para ver el contenido. Una foto, una muy vieja donde ellos apenas eran unos niños y estaban sonriendo juntos; quien sabe de dónde la habrá sacado porque para que ella estuviera feliz la foto debía tener mucho tiempo.
Sintió de pronto sus ojos aguados por las lágrimas que empezaban a formarse ahí. Quizás era porque verse a sí misma feliz la ponía sentimental, o tal vez ella sólo estaba muy arrepentida de haberse ido, o ambas cosas.
— ¿Por qué estás llorando? — la persona a su lado le sonrió de forma cálida y le acarició la espalda suavemente en forma de consuelo.
— N-No tengo nada, no estoy llorando. — trató de secarse la cara rápidamente con el dorso de su mano.
— Está bien, es normal que llores; no tiene nada de malo hacerlo. — ella se llevó ambas manos a su cara, aún sosteniendo la foto, al notar como empezaba a llorar más fuerte luego de haber escuchado eso. — ¿Necesitas un abrazo? — abrió sus brazos esperando una respuesta, a lo cual ella sólo asintió y se dejó abrazar y consolar por Mitsuya.
— L-Lo siento.
— ¿Por qué te disculpas? No tienes que hacerlo; todos tenemos nuestras momentos de crisis. Yo también me escapé de casa una vez.
— ¿Tú?
— Sí, yo. Es una larga historia; ya te la contaré otro día.
— Me siento muy tonta.
— Pero no lo eres, tranquila. ¿Alguien alguna vez te hizo pensar que llorar estaba mal? Si fue así entonces déjame decirte que te mintieron, porque es lo normal del mundo. Me preocuparía mucho ver a una persona que no llora ni sufre emocionalmente por nada. — ella se separó del abrazo. — ¿Ya te sientes mejor?
— Sí, gracias por todo, en serio. — terminó de limpiar las lágrimas de su cara.
— No es nada, somos amigos ahora ¿no?
— Sí, supongo que sí. — sonrió levemente. — Entonces... ¡me voy a casa! — salió corriendo lo más rápido que pudo.
— ¡Regresa con cuidado! — le gritó al ver que no estaba prestando mucha atención a su alrededor.
Mirai corrió como no lo había hecho en toda su corta vida en dirección a su casa. Podía escuchar a algunas personas que le hablaban y le pedían que se detuviera, pero ella no hacía caso y sólo seguía corriendo.
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Future Vision - Kisaki Tetta X OC
أدب الهواةMirai siempre fue una chica muy especial, sólo que ella no lo sabía. No iba a ser hasta el día en que empezó a tener sueños extraños que se daría cuenta del don con el que nació. Kisaki Tetta X OC Hago una historia de Kisaki porque lo amo y casi no...