¿Cómo están? Yo ando preparándome mentalmente porque el sábado mi escuela organizó un convivio antes de las vacaciones
Las horas pasaron rápidamente entre la planeación de la navidad. Nadie se esperaría que fuera tan complicado, pero al parecer Matchi estaba llena de ideas que se negaba a descartar a menos que estuviera segura de que eran malas; no había forma en que pudieran acelerar lo que ella llamaba “proceso creativo”, pues estaba tan inspirada que anotaba cada pensamiento que cruzaba su cabeza y lo compartía con él para tener una opinión más concreta.
A pesar de haber tomado varias tazas de café, Kisaki ya se sentía exhausto, y se volvió tan tarde que tuvo que avisarle a su madre de último minuto que se iba a quedar allí durante la noche, explicándole la razón lo más rápido que pudo.
Una vez el reloj de pared en la habitación marcó las 2:30 de la madrugada, se dio cuenta de la cantidad de horas que estuvieron trabajando en eso sólo con una pequeña lámpara que ella trajo de su habitación para iluminarlos y, por muy entusiasmada que la chica estuviera, también necesitaba un descanso. Sólo con pensar en que había pasado suficiente tiempo como para haber visto a el hermano de la fémina llegar de nuevo a su casa, pasar un rato ahí y luego irse a dormir era la prueba de que probablemente se excedieron un poco cuando decidieron trasnocharse; por lo menos él se sentía así, porque no estaba tan acostumbrado a estar despierto durante la noche como ella.
Luego de bostezar por quinta vez en los últimos 10 minutos, dirigió su mirada hacia su novia, dándose cuenta de que lucía tan cansada como él; eso era lo que necesitaba para tener una excusa e irse a dormir.
— Amor, — le habló con la voz más suave que pudo, moderando su volumen en consideración por la otra persona en la casa que ya se encontraba en un profundo sueño. — ¿no crees que ya trabajaste suficiente por hoy?
— Sólo un rato más... — un bostezo se escapó de sus labios al decir eso, delatando el cansancio que empezaba a apoderarse de su cuerpo. — No tengo sueño.
Él, con cuidado de no sorprenderla, llevó su mano a la cabeza de la fémina, acariciando con suavidad sus hebras color castaño oscuro. A medida que lo hacía, pudo observar sus ojos anaranjados — casi de un color dorado — que brillaban en la oscuridad cerrarse con lentitud hasta que empezó a quedarse dormida, dejando su cabeza sobre la libreta en la que estaban escribiendo.
— ¿Viste que sí tienes sueño?
Ella le dirigió una mirada algo molesta; sólo que apenas podía notarse por el poco esfuerzo que le estaba poniendo, y casi parecía un puchero más que otra cosa.
— Estoy... — bostezó una vez más. —...bien.
— ¿Tratas de evitar irte a dormir de nuevo? — el silencio que se formó después de eso actúo como respuesta. Paró las caricias en la cabeza de la contraria al sentirse algo decepcionado por su acción. — ¿Por qué? Sabes que no me gusta que lo hagas.
— No importa. — guió la mano de Kisaki de vuelta a su cabello, indicándole de forma indirecta que siguiera; petición que él entendió de inmediato y decidió no negarse, ya que tal vez se dormiría más rápido así.
Rápidamente trató de sacar alguna conclusión en su mente, pensando en todas las razones por las que ella podría no querer dormir al punto en que fuera obvio que mentía al decir que no estaba cansada.
— ¿Es por lo de tus visiones? — supo que dio en el blanco con su suposición cuando ella cambió su expresión de molestia por una apenada; en ese momento comprendió que tenía vergüenza de admitir aquello y por eso negaba que el problema existía. — Bien, vamos a dormir; no aceptaré un “no” como respuesta.
— Pero-
— Necesitas dormir; eres un ser humano y debes asegurarte de cuidar de ti misma. Si sigues evitando dormir entonces el problema nunca se va a resolver, así que vamos; yo te llevo. — se ofreció, y antes de que ella pudiera responderle la tomó de la cintura para poder levantarla de su asiento. La cargó situando sus manos en sus muslos, haciendo que ella estuviera abrazada a él como un koala con sus piernas enrolladas en su torso y sus brazos alrededor de su cuello; su cabeza apoyada en uno de sus hombros.
Ella se sintió bastante cómoda de esa manera, aunque sabía que era la forma que tenía él de llevarla a la fuerza a que durmiera un poco, pero eso era lo de menos.
Kisaki apagó la lámpara y caminó con cuidado hasta la habitación de la fémina, donde tuvo que empujar la puerta con su pie y luego se acercó a la cama para dejar a su novia allí. Sin embargo, apenas ella estuvo encima de su cama, se negó a soltarlo mientras sostenía su brazo con fuerza.
— ¿Te vas a ir? — su mirada de súplica pudo con él, y a pesar de que en realidad no tenía planeado irse desde un principio, era inevitable ceder al observarla como una niña pequeña en busca de protección.
— No, es muy tarde para irme a mi casa; me quedaré. — la vio sonreír ligeramente ante su afirmación. Kisaki se quitó los lentes, como siempre lo hacía antes de dormir, y se recostó al lado de Matchi. La abrazó y volvió a acariciarle la cabeza, permitiéndole aferrarse a él todo lo que quisiera. — ¿Vas a dormir ya?
— Es sólo que... últimamente tengo demasiadas visiones, y son horribles; ya no quiero tenerlas. — él analizó con cuidado cada una de sus palabras. Quizás lo que tenía ni siquiera eran visiones; quizás estaba tan estresada, cansada y ansiosa que esas pesadillas eran sólo su mente jugándole una broma.
A pesar de que Kisaki no era del tipo cariñoso la mayor parte del tiempo, había ocasiones en las que debía ser más atento con ella, pues era una persona sensible y emocionalmente herida que muchas veces necesitaba cariño para poder sentirse mejor. Esa era una de esas ocasiones.
—Está bien, deja de preocuparte por eso. — deslizó su mano desde la cabeza hasta la mejilla de la fémina, pasando sus caricias a ese lugar. Al verla un poco más tranquila, volvió a acariciar su cabeza para tratar que ella se quedara dormida. — Estoy seguro de que son sólo pesadillas.
— Pues las pesadillas son increíblemente reales.
— Las pesadillas no son reales; no tienes que tenerles miedo, ¿está bien? — sus palabras no lograron convencerla, así que pensó en otra cosa que pudiera decirle para hacerle saber que no había nada que temer. — No te va a pasar nada; estoy aquí contigo y yo no voy a dejar que la pases mal mientras esté junto a ti. — besó su cabeza con suavidad mientras continuaba consolándola, y pronto notó que se había quedado tranquilamente dormida.
Ahora sólo tenía que asegurarse de que siguiera así.
🔮 Hoy me puse muy soft, basta.
No sé si pueda esperar hasta el 24 de diciembre para mostrarles el especial del que les hablé el otro día, ya hasta lo empecé a escribir.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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Future Vision - Kisaki Tetta X OC
FanfictionMirai siempre fue una chica muy especial, sólo que ella no lo sabía. No iba a ser hasta el día en que empezó a tener sueños extraños que se daría cuenta del don con el que nació. Kisaki Tetta X OC Hago una historia de Kisaki porque lo amo y casi no...