Mirai siempre fue una chica muy especial, sólo que ella no lo sabía.
No iba a ser hasta el día en que empezó a tener sueños extraños que se daría cuenta del don con el que nació.
Kisaki Tetta X OC
Hago una historia de Kisaki porque lo amo y casi no...
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— Bueno, por fin terminé; me retrasé porque tuve que limpiar el desastre que Hanma hizo porque no tenía idea de lo que estaba haciendo. — mencionó Kisaki. — Ahora entiendo porqué nunca te ayuda.
— Ah, sí... Shuji no tiene idea de cómo limpiar. Lamento que hayas tenido que hacerlo, en serio no tenías; me siento mal pensando en que viniste y terminaste limpiando.
— Te dije que no me molesta; necesitas descansar de... literalmente todo, y Hanma al final se enojó porque dijo que tengo favoritismo contigo y se quedó en su habitación.
— Sí suena como a él; seguramente sólo está celoso.
— ¿Tú cómo te sientes?
— Rara, no acostumbro descansar, pero supongo que está bien; gracias por ayudarme.
— Ahora sí debería irme a mi casa; mi mamá se va a preocupar. A veces siento que paso demasiado tiempo aquí con ustedes.
— ¿Hasta ahora te das cuenta?
— Nos vemos, probablemente vuelva mañana.
— Me da risa la forma en que dices que pasas mucho tiempo aquí, pero aún así sigues viniendo todos los días.
— No me puedes culpar; es que te quiero mucho y tu casa es mucho más entretenida que la mía. — se acercó a donde ella estaba recostada y le dio un beso antes de irse. — Hasta luego.
— Jamás me voy a acostumbrar a que hagas eso.
— Es que es imposible no ser cariñoso contigo; siempre tienes esa cara de necesitar cariño y cuando lo obtienes es mucho más adorable.
— Pero haz tu vida fuera de nuestra relación, sea lo que sea que quieras hacer.
— ¿Y si te digo que quiero estar contigo?
— ¿Qué?
— Sea lo que sea que tú hagas, yo quiero estar ahí también.
— Eso no te lo quito, pero-
— Ya lo sé, mi vida no debería girar en torno a nuestra relación, pero es que desde la primaria sólo había estado... haciendo planes exageradamente elaborados; no me acostumbro a hacer cosas fuera de eso.
— Pues busca otro pasatiempo; si a mí me vas a obligar a cambiar mis malos hábitos, creo que sería justo que tú también te esfuerces por cambiar los tuyos.
— Es raro cuando me das lecciones; eres mucho más madura de lo que pareces.
— ¿Me estás diciendo que parezco una niña?
— A veces, sí, pero así es como me gustas.
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