Mirai siempre fue una chica muy especial, sólo que ella no lo sabía.
No iba a ser hasta el día en que empezó a tener sueños extraños que se daría cuenta del don con el que nació.
Kisaki Tetta X OC
Hago una historia de Kisaki porque lo amo y casi no...
¿Cómo están? Si éste capítulo sale muy tarde es porque tuve clases y por tanto no me queda tanto tiempo el resto del día para escribir.
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— ¿Qué vas a hacer? — le preguntó Kisaki a Matchi al verla en la cocina. De nuevo él tan sólo estaba de visita.
— Un pastel, ¿quieres ayudar?
— En realidad jamás... he hecho uno.
— En ésta vida todo se aprende, ven aquí. — lo tomó del brazo y lo llevó. — No es tan difícil, bueno, en realidad sí iba a hacer algo complicado, pero ya que me vas a ayudar haremos algo más sencillo.
— ¿Está bien...?
— Esto es conocimiento básico, deberías saber los ingredientes principales para un pastel.
— No soy tan tonto, por supuesto que sé que llevan harina, leche, huevos, mantequilla y... ¿qué más? ¿De qué siquiera vas a hacer un pastel?
— ¡De fresas con crema! Primero tenemos que hacer un pastel de vainilla que sirva como base, y por lo tanto también necesitamos esencia de vainilla. Pero vamos paso a paso, ponemos la harina en el tazón; es importante que esté tamizada para que no le queden grumos luego. ¿Puedes abrir la harina o necesitas ayuda?
— Creo que soy bastante capaz de abrir una bolsa de harina, Matchi. — trató de abrir la bolsa, pero al parecer estaba muy bien sellada, y cuando logró abrirla prácticamente explotó en su cara. — Demonios.
— JAJAJAJA ay no, ¿estás bien, 'Saki? Te bañaste en harina.
— Estoy bien, sólo... — se quitó sus lentes. — mis lentes se ensuciaron; ahora no puedo ver. Tengo que limpiarlos para-
— ¿Ya te he dicho que te ves lindo sin tus lentes? Aún cuando estás todo lleno de harina.
— Tu actitud cambia muy drásticamente cuando no traigo mis lentes.
— Es que te ves muy bien así, te ayudo a limpiar tu cara. — tomó un trapo que tenía en la mesa y lo pasó por la cara de Kisaki.
— Estás siendo muy amable, pero puedo limpiarme solo.
— No, deja que termine. — una vez terminó, se acercó a él lo besó rápidamente. Sí, ella en verdad amaba verlo sin sus lentes. — Bueno, dame la harina. — tomó el paquete que estaba roto y vio que aún quedaba harina suficiente, así que la puso en el tazón. — Algo más fácil, ¿quieres poner la esencia de vainilla?
— Sí puedo hacer eso. ¿Cuánto hace falta?
— Apenas dos cucharaditas; la esencia de vainilla es fuerte. Y luego pongo ésto. — agregó cuatro huevos a la mezcla. — Y luego tres tazas de leche.
— ¿No lo mides por mililitros?
— No, eso es más difícil, aunque tengo las tazas de medir y sé usarlas, pero lo prefiero así. ¿Quieres mezclar todo? — le pasó un batidor manual.
