Mirai siempre fue una chica muy especial, sólo que ella no lo sabía.
No iba a ser hasta el día en que empezó a tener sueños extraños que se daría cuenta del don con el que nació.
Kisaki Tetta X OC
Hago una historia de Kisaki porque lo amo y casi no...
Desde ahora se los digo, ya que no escribo lemon todas las relaciones que narro suelen ser extremadamente soft, todo muy tierno probablemente porque es el tipo de persona que soy, así que muy posiblemente leerán cosas muy cursis.
La canción es “beautifulthing” de Grace Vanderwaal.
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Una semana había pasado desde que Takemichi había vuelto al futuro, y las cosas en la vida de Matchi iban relativamente bien. Lo único que se le hacía extraño es que Kisaki quería estar pegado a ella como un chicle todo el tiempo desde que ambos casi murieron; no le molestaba, pero tampoco era algo demasiado usual.
— Kisaki, no tiene nada de malo, pero... ¿no crees que has estado bastante cariñoso últimamente? — le preguntó mientras él estaba abrazándola, ambos sentados en el suelo de la habitación de la chica.
— ¿Por qué preguntas?
— Siento que has estado bastante empalagoso desde que somos pareja otra vez, y no me molesta, pero... no se siente como algo que tú harías.
— No es nada, sólo... te extrañé, y me asusté mucho cuando pensé que ibas a morir; ya no quiero que te pase nada más.
— Pero estoy bien, mi brazo ya está mejorando. — habló mientras veía el yeso en el mismo.
— ¿Y qué hay de la herida de bala? Has hecho muchas cosas y no has descansado nada; ¿estás evadiendo dormir o algo así?
— Está bien, me atrapaste; he estado bastante estresada con ésto de las visiones del futuro y luego de lo que pasó con Tenjiku decidí que quiero ignorarlas. El problema es que las sueño, así que...
— No es sano que pases tanto tiempo sin dormir, más cuando acabas de pasar por una situación de vida o muerte.
— ¿Nada más vienes a regañarme?
— Vengo a convencerte de que te preocupes más por ti y tu salud física y mental; no puedes vivir de ésta forma, y tampoco tienes más razones para hacerlo. — tomó una de sus manos. — Las cosas debieron haberse resuelto en el futuro, así que no debes pensar en eso más.
— Ya sé... — sintió como él se acercaba para darle un beso en la mejilla.
— ¿Segura que no quieres dormir?
— No... ¿tú no tienes que irte a tu casa? Ya es bastante tarde.
— Está bien, le pedí permiso a mi mamá para quedarme hoy; quería convencerte de que durmieras un poco.
