Piel lechosa, que le daba un aspecto tan delicado. Acompañado de unos grandes ojos azules, tan profundos y brillantes como los zafiros. Y un suave y sedoso cabello celeste. Bam creía que se trataba del chico de sus sueños, pero Khun en realidad era...
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—Hey, Bam.
—¿Hmmm?— Respondió el castaño, parecía la única respuesta que se sentía capaz de dar.
—¿Vienes solo, o alguien te acompaña?
Bam finalmente alzó la vista, cruzando sus ojos dorados con los azules de Khun. Luego de haber estado sentados por un largo rato en los sillones de los vestuarios, donde Bam escribía las respuestas a las preguntas que el peliazul hacía, ambos decidieron finalmente levantarse y salir del vestuario a buscar más ropa que Khun consideraba adecuada para él y para el mismo Bam.
Bam había estado a punto de salir de la sala de los vestuarios con la ropa que se había probado, pero Khun insistió en que eso no estaba permitido en ninguna tienda de ropa y le dijo a Bam que debía ponerse la ropa que había traído desde casa.
El castaño, volviendo a la realidad, empezó a escribir en su pequeña libreta desde el sillón donde se había sentado, mientras el de ojos azules estaba hurgando entre la ropa de la tienda.
Khun caminó hacia Bam, soltando un pesado suspiro. Se dejó caer al lado del moreno mientras éste le entregaba la libreta.
"Vine con la srta. Hwa Ryun y con mi amiga, Rachel. ¿Y tú?"
El castaño tomó el borde de su suéter rojo y lo retorció entre sus manos, algo nervioso. Se estuvo preguntando si era buena idea decirle eso a Khun, quién lucía como alguien inteligente y probablemente se daría cuenta de que Bam convivía con la gente de FUG. Pero, ¿Era algo malo que el peliazul supiera eso? De todas formas, por algún motivo, el castaño confiaba en Khun.
Por su parte, el peliazul se quedó varios segundos congelado en su lugar. "Hwa Ryun", ¿Era la guía de FUG? Es decir que el castaño de mirada inocente a su lado, ¿También era parte de FUG?
Se suponía que los de las diez grandes Familias, o cualquier persona relacionada con Zahard, era un enemigo directo de FUG. Si Khun era un enemigo directo para ellos, ¿Significaba entonces que él y Bam debían ser enemigos? Khun se sorprendió al darse cuenta de que no le preocupaba en lo absoluto estar al lado de Bam, incluso si realmente eran enemigos.
¿Eso estaba mal?
Cuando por fin pudo reaccionar, se volteó a mirar al castaño. Lucía nervioso mientras apretaba con fuerza los bordes de su suéter. El de ojos zafiro sonrió, aunque Bam no estuviera mirándolo como para ver su sonrisa.
—No, tampoco vine solo. Se supone que vine con dos de mis compañeros de clase, pero seguramente están en otra tienda.
El peliazul se levantó, entregándole la libreta a Bam. Ahora que sabía con qué personas estaba relacionado, era un poco más fácil saber qué ropa debía elegir para él. Eligió varios atuendos que eran entre casuales y elegantes, y se los entregó todos a Bam. Suponía que eran más que suficientes, tenía conjuntos diferentes para cada día de la semana e incluso más.
