El peliazul suspiró, sintiéndose terriblemente cansado. ¿Quizás podría dormir un rato? Aunque no tuviera sueño en absoluto. Lo único que quería, era huir. Escapar de todo aquello que lo hacía sentir asfixiado.
Se preguntó, por un breve momento, ¿Qué se sentiría escapar de la Torre, y vivir una vida normal en el exterior? Bam debía saber lo que eso se sentía, pensó. Pero por alguna razón, él había decidido escapar de la normalidad para meterse en aquél mundo despiadado, lleno de poder.
Khun se estiró un poco antes de girar en la esquina de un pasillo. Por fin, había llegado al pasillo donde estaba su dormitorio. Estaba aliviado por esto, pero ese alivio desapareció hasta convertirse en nerviosismo y sorpresa, al ver a una figura apoyada en la pared junto a la puerta de su dormitorio.
Era Bam. Tenía las manos metidas en los bolsillos de sus shorts, y su cabeza estaba apoyada en la pared tras de él, mirando el techo. La luz artificial del pasillo bañaba todo su cuerpo, lo cuál permitió a Khun ver su expresión de preocupación. Parecía perdido, como si ya no tuviera la única cosa que lo guiaba.
El peliazul dudó en si acercarse o no, quizás no era muy tarde para voltearse y alejarse lo suficiente como para que Bam no lo viera. Pero no podía seguir evitándolo, había pasado ya una semana, y siempre lo veía en la hora del almuerzo. Por más que lo evitara, en algún momento ya no podría hacerlo.
Se acercó a paso lento hasta donde él estaba, y pareció haberlo escuchado acercarse, pues volteó con rapidez a mirar en su dirección. Su rostro se iluminó cuando lo vió. Incluso si no hubiera habido luz en aquél lugar, Khun estaba seguro de que el rostro del castaño sería suficiente para iluminar el camino.
Se cruzó de brazos, mirando atentamente al otro chico. No sabía qué decir pero no se preocupó mucho por eso, supuso que si Bam estaba allí, era porque tenía algo qué decirle.
—Hola, Bam.— Fue lo único que dijo. Esperando que el otro chico respondiera.
—Hola, Khun.— Respondió él, sonriendo un poco.— ¿Apenas llegaste de entrenar?
El peliazul desvió la mirada, rascando su nuca.
—Sí, tuve que quedarme más tarde que de costumbre...
—Ya veo, ¿Qué tal te fue?
—Bien. Como de costumbre.— Khun respondió, caminando hasta quedar más cerca del castaño, pero lo único que hizo fue abrir tranquilamente la puerta de su dormitorio.— ¿Quieres pasar?
Bam lo miró con sorpresa, pues nunca había estado en el dormitorio de Khun. Asintió y pasó primero, observando a su alrededor mientras Khun cerraba la puerta tras de ellos.
—¿Pasa algo, Bam?— Preguntó con curiosidad.— Nunca has venido a verme tan tarde en la noche.
El castaño se giró a mirarlo. Khun había prendido la luz al entrar, ahora podía observar bien los ojos dorados del otro chico. Lo miraba con una expresión calmada en su rostro, pero sus ojos brillaban ocultando tras ellos el sentimiento de desesperación, como si quisiera hacer algo pero no pudiera.
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ʸᵒᵘ ᵃʳᵉ ᵐʸ ᵗʳᵘᵉ ˢᵗᵃʳ | ᴷʰᵘⁿ ˣ ᴮᵃᵐ
FanfictionPiel lechosa, que le daba un aspecto tan delicado. Acompañado de unos grandes ojos azules, tan profundos y brillantes como los zafiros. Y un suave y sedoso cabello celeste. Bam creía que se trataba del chico de sus sueños, pero Khun en realidad era...