·|Maratón (1/2)|·
Los días eran fríos y solitarios, tal como debía esperarse viniendo de la enorme casa de los Khun. Su casa era quizás, más grande que su propia familia incluso. Pero, ¿Realmente sabía lo que la palabra familia significaba? Para Khun Agüero Agnis no había otro significado más especial para esa palabra, que el simple hecho de que se trataba de la gente con la que compartía hogar y sangre, por obligación.
¿Debería sentirse mal por eso? No lo creía, porque incluso siendo tan joven él sabía cómo funcionaba realmente el mundo, su mundo. Él sabía que las diez grandes familias tenían una imponente fama en la Torre. Las "familias", que en realidad consistía en hijos que peleaban con sus propios hermanos para conseguir el mayor reconocimiento. No les importaba si acababan con alguien, para Khun incluso, no importaban las personas tampoco, sólo le importaban los planes que hacía él mismo para ser siempre el mejor.
¿Era egoísta? Probablemente, aunque, ¿Quién en la Torre no era egoísta? Nadie pensaba más que en sí mismo, sólo querían obtener lo que deseaban, sin importar cómo lo consiguieran. Para Khun era casi imposible pensar diferente a aquella manera, pues tuvo que aprender de la peor forma que nunca debía confiar en nadie más que en sí mismo.
Siempre que se detenía para voltearse y ver quién estaba con él, caía en la dolorosa realidad de que estaba solo, no había nadie detrás suyo sonriéndole con calidez. ¿De qué servía que a su alrededor hubieran tantas personas? Si realmente nadie estaba junto a él.
Sólo hubo una persona que estuvo con él, y resultaba doloroso pensar en eso. Preferiría no haberlo sabido, y desconocer cómo se sentía la grata sensación de tener algo de compañía. De aquella manera, quizás no sentiría el dolor que sentía en su pecho, un dolor tan fuerte y desconsolante que terminó por transformar su una vez inocente corazón, en uno cruel y despiadado.
¿Por qué seguía vivo si quiera? A veces se hacía constantemente aquella pregunta, y resultaba aún peor darse cuenta de que no tenía ninguna respuesta. Esa cruel realidad era para él como un balde de agua fría que lo empapaba completamente y lo hacía tiritar, un agua tan fría que entumecía su cuerpo e incluso su corazón. ¿Qué era lo que deseaba su corazón? Pero siempre que se hacía aquella pregunta, su mente se quedaba en blanco hasta que veía un color dorado, un dorado tan brillante como el mismo sol. Para Khun, el sol se quedaría ridículo al lado de aquel dorado que él tuvo la dicha de ver.
Y entonces sacudía la cabeza con fuerza, ¿Por qué recordaba eso ahora? Aquellos ojos dorados que lo miraban con un brillo que no recordaba haber visto nunca antes, sus ojos tan inocentes, ignorantes de todo dolor y egoísmo. Ese chico lo había mirado de aquella manera en la que nadie nunca lo había mirado, como si la presencia de Khun fuera algo único como un sueño, algo que lo hacía emocionar tanto que sus ojos brillaban igual o incluso más que las mismísimas estrellas. Y es que Khun sabía que claramente su propia presencia no tenía comparación, el peliazul no era tonto, pero nadie se había detenido a apreciarlo, nadie se había atrevido a mirarlo así.
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ʸᵒᵘ ᵃʳᵉ ᵐʸ ᵗʳᵘᵉ ˢᵗᵃʳ | ᴷʰᵘⁿ ˣ ᴮᵃᵐ
FanfictionPiel lechosa, que le daba un aspecto tan delicado. Acompañado de unos grandes ojos azules, tan profundos y brillantes como los zafiros. Y un suave y sedoso cabello celeste. Bam creía que se trataba del chico de sus sueños, pero Khun en realidad era...