Prometo Olvidarte

ALMA (24)

∞ 

Entro por la puerta de la casa de mi abuela. Veo todo recogido, todo en demasiado orden. ¿Qué es lo que pasa? Me miro en el espejo que está en la entrada. La Alma que está reflejada en meses antes no era así ¿Por qué he cambiado tanto? ¿Qué es lo que me ha hecho cambiar? O más bien ¿quién?

-Cielo, ¿llevas mucho tiempo ahí? -la voz de mi madre destruye mis pensamientos.

-¿Qué está pasando? ¿Por qué está todo recogido? -pregunto.

-Vamos a mudarnos. Y tú te vienes con nosotras -la cara me cambia.

-¿Qué? ¿¡Por qué!? No pienso irme -aclaro.

-Me he enterado de lo que le ha pasado a Ethan. Estás en peligro aquí. Por eso vamos a mudarnos.

Mi madre se ha enterado demasiado rápido y eso me extraña mucho.

-¿A dónde iremos exactamente?

-Londres.

La ubicación me gusta, pero no pienso aceptar la propuesta.

-Iros vosotras yo me quedo aquí.

-¡Alma!

-¿Qué?

-Por favor, tienes que venirte.

-Mamá no voy a abandonar a Liam.

-Está bien. No digas que no te avisé. Quédate con tu padre...

-¡No pienso quedarme con mi padre!

-No te puedes quedar sola.

-Estaré con Liam.

-Está bien.

Veo como mi madre desaparece de la puerta. ¿Mi abuela también se va? Abro la puerta para comprobar si está montada en el coche, pero no hay nadie.

Entro en la habitación de mi abuela y busco algo que me pueda ayudar a saber dónde puede estar. Abro los cajones con ansías y con desesperación. Una nota capta mi atención. Una nota de socorro. Las lágrimas se desprenden por mi rostro y ya no es novedad, miro cada letra deformada y su significado. AYUDA. Mi abuela está en un sitio lejos de aquí. Estoy segura.

Me preparo para ir a la fiesta de cumpleaños de Liam. Ambos tenemos que hablar sobre todo, pero vamos a fingir que hemos roto por lo tanto no vamos a tener la ocasión. Me impiden juntarme con la persona a la que quiero, pero no me van a impedir alejarme de ella.

Obviamente hoy me he puesto un vestido de mi hermana. Justo ese vestido se lo puso para una reunión familiar. Un color violeta con detalles preciosos dorados se encuentran en mis brazos. Me parece una ocasión perfecta para ponérmelo, pero su perfume sigue intacto. Mi móvil vibra mientras me estoy maquillando, pero decido parar y leer el mensaje. Es Samara.

Alma, ¿sabes algo de Ethan?

Noto que el rímel se cae lentamente de mis ojos, pero lo retiro rápidamente. No me gusta mentir, pero si le confieso lo que sé cometerá una locura y no quiero más sustos en mi vida.

No sé nada. ¿Qué es lo que ha pasado?

Reconozco que no me estoy portando bien, pero al menos lo estoy haciendo con la mejor intención.

-Todo saldrá bien -me digo a mí misma frente al espejo-. Queda un día menos para saber la verdad.

Me termino de arreglar. La casa de mi abuela se quedará sola por varios días. Estaré sin nadie a quién acudir y miedo de quién confiar. Todos son sospechosos por lo tanto tengo que investigar yo sola las cosas.