ALMA (38)

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Son cerca de las nueve de la noche y voy a hacer algo que no hacía desde hace tiempo. Componer.
Antes componía con mi hermana y desde el accidente ya no lo hago. Ni compongo, ni cantó en público. Suelo hablar sola, porque de alguna manera siento que estoy hablando con ella y que ella me escucha.

¿Y sí un volver a verte me puede sanar la herida? Miro el cuadro que está sobre mí. “Volver a verte” ¿titulo para mi primera composición en solitario? Me encanta. Esa canción se la dedicaré a mi hermana.

Me he llevado hasta las doce componiendo hasta terminarla. Se me ha ocurrido una idea que puedo transmitirle a todo el público. ¿Cantarla el día de mi graduación? ¿Superar mis miedos?

Ya que todos saben que mi padre es un ¿asesino? No quiero que me tomen por su hija y que sientan pena por mí. Hace tiempo que ya no me considero su hija. Es más mi padre a mí ya no me importa, solo quiero que controle sus acciones. Mi madre me confirmó que la policía está buscandole, pero no se va a rendir fácilmente. Ya creo que no. Lo que sí voy a necesitar va a ser la ayuda de Noah. Ya que he descubierto que la persona que necesitaba conocer ha estado en mi vida todo este tiempo puedo acudir a ella sin problema.

El sueño se apodera de mí. Mañana me queda un día lleno de emociones. Me levanto de la cama para comprobar lo que tengo en el armario. El vestido de mi hermana cuando se graduó ella. Adjudicado me pondré su vestido en su honor.

-¡Hoy es nuestro díaaaaa! -gritan mis amigas alargando las vocales.

Se quedaron a dormir en mi casa por miedo a que mi padre ande suelto y les puedan hacer cualquier cosa porque sabe que ellas son mis puntos débiles.

Nos estamos arreglando para la graduación. La peluquera ha tenido la amabilidad de venir a la casa de mi abuela para arreglarnos el pelo y hacernos un recogido. La graduación es por la tarde aunque ya es media mañana.

Estaríamos en el teatro del instituto entregándonos los diplomas y dando un breve discurso, luego nos iríamos de ahí a un local que ya tenemos alquilado para hacer una fiesta y disfrutar durante esa noche. Cojo el vestido de mi hermana del armario, no me lo voy a poner aún, pero verlo ahora frente a mis ojos es como si ella lo tuviera puesto. Me recuerda mucho a ella. Aunque está planchado desde hace más de un año mi madre lo coloca sobre la plancha para retocarlo. Aprovecho mientras se va a por algún líquido a la cocina y me lo acerco el vestido a la nariz, aún huele a ella.

-Alma, oye… -mi amigas saltan del tirón y me pillan con el vestido en la nariz.

-Decidme -digo nerviosa.

-Respecto a lo de antes… no era nuestra intención que nos contase lo que ocurrió en realidad en el accidente-dice Melody refiriéndose a todas.

-¿Qué pasó en realidad el día del accidente? -mi madre se entera de lo que mis amigas me estaban a punto de decir.

-Mamá, no pasó nada…

-Alma Ross Leigh, ¿nos has mentido? -escuchar a mi madre decir mi nombre completo me pone tensa por segundos. Me quedo callada. Ahora sé que yo no he sido la culpable de todo lo que pasó. Todo fue a propósito, planeado, pero no me van a creer.

-Mentí para no haceros daños.

-Entonces, ¿mataste a Daphne? -me quedo sin aire. ¿Cómo puede pensar mi madre así de mí? Yo no lo hice con mala intención, pero tampoco fue mi culpa. Joder.

Prometo OlvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora