ALMA (32)

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Ethan me está hablando. Alma no pierda los nervios y responde a la simple pregunta qué te ha hecho. Saluda y...

-¿No me vas a decir nada?

Los enfermeros salen dejándonos ¿privacidad?

-Hola... ehh ¿cómo te encuentras?

-Mejor, por cierto...¿Samara me ha visitado algunos de los días?

Respecto a su pregunta se me cruzan pensamientos sobre la noche del cumpleaños de Liam. Su imagen acostándose con el DJ, su enfado sin sentido conmigo. Solo se me ocurre una cosa: mentir.

-Sí. Claro.

-Necesito verla, necesito...

-¿Recuerdas algo? -pregunto improvisadamente.

-¿Cómo?

-¿Recuerdas algún suceso extraño de ese día?

-Todos estaban raros conmigo. Julián, mi hermano estaba distante y es algo raro de él. Presiento que quieren verme morir, pero no entiendo por qué...

-Espera, me estás diciendo que tu hermano ha estado diferente contigo ese día en específico?

-Sí, nunca se ha comportado de esa manera conmigo.

Pienso. ¿Tiene sentido? Dudo.

-Si él ha tenido algo que ver te puedo asegurar que no te va a decir nada. Mi familia es experta en mentir, recibo mentiras a diario, ya estoy acostumbrada.

Recibo mentiras a diario. Yo le he mentido. A él y a los enfermeros. ¿Pero? ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué me estoy comportando de esta manera? ¿Por temer a lo que me vaya hacer Ronnie? ¿O temer lo que me vaya hacer mi padre?

Cierro los ojos y decido a decir la verdad.

-Sé quién te pegó. Y sé todo sobre lo qué te pasó. Samara no te visitó porque yo no le conté nada -sollozo mientras me seco algunas lágrimas.

-Gracias por decir la verdad.

-¿Cómo?

-Alma, te conozco más de lo que piensas. Es obvio que algo me ocultabas...

-Lo siento es que últimamente...

-Las personas que me han estado visitando, conocidos claramente, me han contado cosas que no soy capaz de explicar y ninguna de esas personas ha sido Samara.

-Entonces, ¿puedes ayudarme?

-¿A qué?

-Necesito saber que planean mi padre y Ronnie.

-Cuenta conmigo.

Ambos sonreímos y salgo de la habitación más contenta y tranquila. Mañana es el último día que tengo para seguir practicando mi coreografía del ensayo y tengo que quedar con Oliver para entrenar. ¿Pesadilla? Confirmo.

Llego a casa de mi abuela. Me pongo una bolsa de hielo en el tobillo para quitar la inflamación que recibí. Estoy cerca de estar en París y poder mostrarle a las personas que me ven mi talento. El talento que aprendí gracias a mi hermana. Cojo mi móvil y le mando un mensaje a Liam para contarle brevemente lo que me ha pasado. Mientras tecleo las letras, mi abuela entra en el salón haciendo que mi móvil se me resbale de mis dedos, lo cojo en el aire al momento.

-Tengo una sorpresa para ti.

-¿Para mí? -me señalo a mi misma con el dedo índice.

-Exacto -ella sostiene un ¿cartón? ¿espejo? sobre sus manos.

Prometo OlvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora