•Mi RD en BNHA•

•Recopilación #9•

Vengo a jugar con sus estados zen y contarles algunas de las veces que pudieron acabar mal de no ser por mi paciencia.

1) Extranjera.

Era aún mi primer mes en la U.A y estaba almorzando en el comedor junto a Shōto (porque aún no se relacionaba con más personas) y parecía tener un poco de paciencia conmigo. Llegamos relativamente temprano, el resto de la mesa estaba vacío. 

—Disculpen, ¿nos podemos sentar?— Llegó un grupo de personas de otras clases.

Shōto asintió, así que si él estaba cómodo yo no tenía ningún problema. Curiosamente este grupo comenzó a cuchichear entre sí y de vez en cuando hacían pequeñas pausas para observarme. Primero creí que miraban algo detrás mío, así que descarté la idea usando la pantalla de mi celular de forma disimulada.

—¿Tienen algún asunto pendiente con ella?— Para sorpresa de ellos fue Todoroki quien los encaró.

—Lo sentimos.— Respondieron todos al mismo tiempo llenos de vergüenza, incluso algunos se levantaron y se fueron.

—Perdona, ¿eres extranjera, no? Es que nos daba un poco de curiosidad porque tus rasgos son diferentes.— Yo me limité a asentir porque justo me pillaron con la boca llena de fideos.— Te lo dije.— Presumió ante otro de sus amigos.

—¿Eres de América?— Se interesó una chica que esperó a que trague. 

—Sip.— Me pareció una pregunta normal, después de todo dentro de la U.A. el 90% eran asiáticos, un 9% de Europa y un 1% de América (en su mayoría de Estados Unidos).

—¡Es genial! Siempre quise conocer la estatua de la libertad.— Se emocionaron.

—Yo tampoco la conozco de hecho.— Reí sin darle importancia.

—¿De qué parte de América eres entonces?— Preguntó otra chica.

—Del sur de Chile.— Ni bien dije eso se les desconfiguró el cerebro.

—Ah, pero eso queda en México.— Me corrigió otro con aires intelectuales.— Entonces no eres de América, no tienes que mentir ¿sabes? Que no te apene ser mexicana.

Esta vez fui yo la quedó con pantallazo azul. Shōto por su parte veía la escena como si de un partido de tenis se tratara, mirando de lado a lado.

—Pero no soy mexicana, soy chilena.— Tardé unos segundos en procesar la conversación.— Chile está en América.

—¿Si? Pues habla inglés entonces.— Me retó la primera chica.

—En Chile se habla español, no inglés.— Sentía que le hablaba a la pared.— ¿Si saben que América es un continente, no? 

—¿Cómo?

—Creo que están pensando en Estados Unidos, eso es un país. América es un continente.— He de admitir que desde aquí se me salió un poco lo Satanás.— ¿No saben la diferencia? No pasa nada, que no les apene no saber geografía básica.

¿Si conocen a Tsukishima de Haikyuu? Me salió hasta su mismo tono de voz cuando hace sus burlas de carácter condescendiente.

—¡Claro que sabemos la diferencia!— Ya está, se habían alterado.— Aún así estás mintiendo sobre tu origen, si verdaderamente vienes del lado pobre de América, ¿por qué tu piel es blanca?

—¡Es cierto! La gente de ese lugar tiene piel monera y oscura, tú eres incluso más pálida que nosotros.— Se sumó otro.

—Y tu cabello es de un tono más bien claro, ¿cómo explicas eso?