•Anécdota #30•

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A pedido de muchas personas, les contaré como fue mi boda y el proceso de organización.

De las bodas que pude presenciar allá, siempre se mostraba como la mujer era la encargada de prácticamente organizar todo, ya sea el lugar, vestuarios, decoración, entre otras mil cosas.

Sin embargo, para mi suerte Katsuki quería tener mucha participación en todo sin que se lo tenga que pedir. Era él quien se ocupaba de llamar a tiendas para reservar una hora de atención y poder ir en persona a elegir las cosas. En otras ocasiones mientras estaba por casa, llegaba con muchas revistas matrimoniales y se ponía a revisar página por página. La otra mitad del tiempo se recorría internet por completo buscando referencias.

Lo gracioso es que intentaba hacerse el despreocupado, como si no fuera la gran cosa, pero es del tipo que no dejaba pasar ni un detalle.

—Oigan.— Estaba con todas mis amigas, como de costumbre nos reuníamos cuando podíamos en alguna cafetería o la casa de alguna, esta vez estábamos en el mía.— Me voy a casar, así que si quisieran ser mis damas sería-

—¡AAAAAAHHHHHHH!— Chillaron todas saltando de sus lugares, incluso algunas se pusieron a llorar.

—Estoy en casa.— Katsuki apareció justo para encontrarse con la escena de todas sentimentales.

—¡Bakugo!— Mina fue hasta él y lo sujetó de los hombros llena de lágrimas.— Perdóname por creer que terminarían al mes cuando comenzaron a salir.— Y finalmente lo abrazó embarrando sus mocos en él.

—¡Oye, eso es asqueroso!— Se la intentó quitar de encima.

Todas las chicas acabaron imitando a Mina e hicieron un abrazo grupal en el que aprisionaron al rubio. Por mi parte tomé varias fotografías del momento, él simplemente se resignó e hizo un corazón con los dedos para la foto, sin embargo su cara de "odio aquí" le daba el toque. 

•♡•

Me había tocado ir a ver vestidos de novia, eso normalmente se hacía con las madres, pero como la mía estaba en América, fui con todas las mujeres de la familia Bakugo.

—¡Usa el pegado!— Señaló a un maniquí una de sus tías.

—¡El de princesa!— Pidió una de sus primas pequeñas.

—¡El con joyas!— Se sumó una de las primas mayores.

—¡Mantengan la calma! ¡Ella usará lo que le cante el culo!— Las regañó Mitsuki.

—¡Pero el pegado es buena idea!— Apoyó otra de las primas.— Precisamente por su culo, es tan sexy.— Me dio una nalgada.

Hace muchos años que había conocido a toda su familia, nos llevábamos muy bien, ellos eran un tanto diferentes a lo que estaba acostumbrada, pero eso no significa que fueran malos, al contrario me tratan con más cariño que mi familia de sangre.

—Mi trasero se siente agradecido y bendecido.— Lo moví un poco hacia ella haciéndola reír.

Me hicieron probarme mil y un vestidos de distintas formas, colores y texturas, con y sin velo y otros accesorios. 

—¡Todo te queda tan hermoso!— Se emocionaba Mitsuki cada vez que me veía con uno nuevo.— Sigo creyendo que Katsuki le hizo un amarre.— Escuché de que le susurró a su cuñada.

—¡Luces como una princesa!— Las más pequeñas corrieron hacia mí buscando abrazos que por supuesto estaba gustosa de darles.

—Gracias, yo seré la princesa y ustedes las reinas, ¿qué les parece?— Le di la tiara que llevaba a una, cosa que las hizo sonreír de oreja a oreja.

•Mi RD en BNHA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora