Kurabu クラブ KOOKMIN

33

1 semana y media después

Pov Jimin

El sonido del martillo dando sobre las cuerdas del piano inunda la sala componiendo la melodía que he estado escuchando por horas en las ultimas semanas. Se trata de la canción que he elegido para la presentación en conjunta de mi grupo para la Exhibición de Artes sonando por los altavoces del lugar. Faltan 3 días y estoy muy emocionado.

Mientras el sudor cubre mi cuerpo, empapando mi camisa tras haber estado practicando 2 horas seguidas, intento concentrarme en perfeccionar cada uno de mis movimientos, los cuales son analizados y admirados con una gran intensidad por unos oscuros y redondos orbes desde la esquina derecha de la sala.

Jeon Jungkook.

Casi puedo sentir como mi piel arde, en cada lugar donde su mirada se sitúa. Mis recientes practicas ya no se resumen solo en dedicación, esfuerzo y extremado agotamiento. Ahora también hay involucrada cierta sensación de tensión en cada sesión. ¿Y cómo no? Si últimamente siento que bailo dentro de una jaula siendo vigilado por un silencioso y sonriente depredador, tal como una presa.

Desde aquel día, donde al campeón invicto del torneo de boxeo gano de nuevo, y en lugar de recibir su premio corrió hacia mi para deshacerse en mis brazos, todo se ha incrementado. El efecto de su cercanía, de su mirada, el concepto de su nombre y su persona... todo ha evolucionado. Un sinfín de emociones me rodean en los últimos días a causa suya, convirtiéndome en un desastroso tornado y si pudiera rescatar de allí las sensaciones que mas predominan en mi interior serian: Calidez y Temor. 

Porque el chico que me observa en la sala es una fuente inagotable de calidez, de pasión. A pesar de que él jura encontrarse frustrado y cansado, todo en el arde con demasiada intensidad, cada acción suya tiene un poder absurdo que él desconoce, lo cual es exasperante. Porque mientras el esta ahí sentado mirándome — como los últimos días, en los que por alguna razón ha faltado a clases para pasar tiempo conmigo — mi respiración y ritmo cardiaco se encuentran acelerados sin que el haga un solo movimiento.

Gracias a mi larga experiencia en presentaciones, soy capaz de controlar mis nervios al bailar, pero es inevitable controlar mi pulso... y puedo diferenciarlo muy bien. Cuando practico es normal que este así de agitado, antes de su compañía, era igual en mis practicas. Pero cuando él esta aquí puedo sentir el pulso en mis extremidades, me vuelvo exageradamente consciente de mi mismo, como también de él. Como si se tratase de un hoguera inofensiva que no para de enviar calor hacia mi, haciendo imposible olvidarme de su presencia.

Y eso me asusta...

Siempre que estamos cerca me hago fuego y me olvido ligeramente de todo, hasta de mis preocupaciones, pero una vez nos separamos la realidad y el ambiente tibio, me golpean haciéndome sentir demasiado su ausencia. 

Pensar en él cuando lo tengo cerca, es muy diferente a cuando no esta frente a mi.

¿Qué carajos me esta pasando?

¿Por qué sigo permitiendo que esto avance?

Estoy aterrado, ya no puedo tomar todo de manera tan superficial después de sus palabras aquel día, ya no estoy en la capacidad de fingir que algo no pasa, de subestimar lo que causa en mi.

Mierda, yo no merezco a Jungkook. Yo... no puedo hacerlo feliz, joder. No puedo confiar... siempre hay una voz en mi cabeza que me advierte de que todo puede volver a fallar. De que entre mas le entregue de mi, mas poder tiene el de hacerme sufrir.

Mientras continuo pensando, no soy consciente de que he dejado de bailar, hasta que una respiración de posa cerca a mi nuca erizándome la piel.

— ¿Sucede algo? — susurra desde atrás haciéndome estremecer, pero controlo bien mi cuerpo para no demostrar mi breve inestabilidad.