Kurabu クラブ KOOKMIN

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Pov Jungkook

Puedo escuchar los múltiples pasos que recorren el camerino, como todos charlan animados por la exhibición y el esfuerzo de sus compañeros; las felicitaciones, los abrazos, elogios y vítores, todo conformando un estruendo alegre. Pero todo eso es percibido por mi mente como un ruido de fondo, porque la prioridad de mis oídos en estos momentos en absorber su respiración entrecortada, el sonido de sus exhalaciones aún agitadas mientras mis ojos se consumen por los suyos.

Debería sentir pánico, debería estar asustado de que nos encuentren, de que alguien toque la puerta del baño y no sepamos que hacer, pero es gracioso... porque en realidad quisiera que aquella puerta fuera abierta de par en par y que todo el mundo entero viera lo que tengo entre mis brazos justo ahora, quisiera que todos supieran que nos queremos, que soy el causante de su alboroto y excitación, que estoy profundamente marcado por él.

Que estamos juntos.

Porque a pesar de que no es un noviazgo oficial, que lo nuestro no tiene ningún tipo de etiqueta valida para esta ridícula sociedad, se que sus palabras requirieron de mucho valor y decisión, que el restringir sus interacciones de tipo sexual a una persona después de tanto tiempo es un gran paso para él y eso es todo lo que necesito. Solo basta con saber que seremos solo él y yo.

Aunque sea por un tiempo.

Solo eso basta para que no pueda caber en la puta felicidad que me embriaga en este momento. Maldita sea, nunca había querido congelar tanto un momento como ahora.

No puedo apartar mi mirada de su rostro. De hecho... ¿lo he podido hacer desde que lo conozco? Jodidos no. Jamas. Siempre me ha tenido preso en su mirada, tuvo un enorme poder sobre desde el inicio y nunca lo supe... pero era bastante obvio teniendo en cuenta que desde el primer momento en que lo vi no hubo un solo día donde no pensara en él, su imagen me había impactado demasiado en ese entonces, y aún lo sigue haciendo.

Es por eso que sigo aturdido paseando mis ojos por su rostro con la intensidad de alguien que por primera vez observa un bello paisaje, o una abstracta obra de arte. Miro cada rasgo con devoción, como si quisiera tatuarme su rostro en mi cerebro, lo cual es gracioso, por que estoy ya bastante abrumado pintándolo en todos lados.

Mierda... espero que nunca entre en mi cuarto.

— Kook — Jimin me llama en un susurro, no se porque, si estoy a centímetros de su cara — Joder, empiezo a pensar que tengo algo en la cara... — comenta bajo volteando su rostro.

— Pues si que lo tienes... — sus orbes turquesa se vuelven grandes para mirarme y su entrecejo se frunce — y se llama belleza — le respondo serio sin apartar mis ojos de los suyos— ¿Cómo duermes en las noches? ¿eh? haciendo sentir inferior a todos con esa cara tuya... — Jimin cubre su boca reprimiendo una carcajada y una sonrisa aparece en mis labios, como si sus reacciones fueran contagiosas.

O quizás soy feliz viéndole sonreír.

— Deberían prohibirte el libre transito...

— Ya... — me empuja inclinando su cabeza hacia abajo. Pero es un mal intento, porque pude ver sus mejillas sonrojadas sin dificultad. — A este paso nos quedaremos durmiendo aquí — susurra mirando hacia la puerta, mientras sus palmas siguen abiertas sobre mi pecho, es un habito inconsciente suyo que estoy empezando a adorar.

— No se tu... — empiezo — Pero a mi no me molestaría... — susurro pícaro mientras sumerjo mi nariz en su cuello. Dios... Jimin huele tan bien, huele a...¡Momento! ¿No estoy olvidando algo? Mi cabeza se alza con rapidez mientras recuerdo al pequeño que deje abandonado en el teatro. Jimin me observa con incertidumbre — Mierda. — Joder, todos tienen razón... cuando estoy con Jimin mi jodido cerebro se desconecta.