Kurabu クラブ KOOKMIN

13

Pov Jungkook

— Vaya, que agradable sorpresa, Conejito.

Todos mis movimientos se detienen, mis manos que hace un momento sujetaban el lápiz con firmeza se han convertido en extensiones de gelatina, me impiden seguir sosteniendo el objeto que, ya fuera de mi agarre se resbala y cae directo al piso. 

Solo basta escuchar la primera palabra de la oración para que todo mi cuerpo entre en un estado paralizado, pues se muy bien a quien pertenece esta voz. 

— ¿Ji-Jimin? — No se ni para que pregunto lo obvio. Allí esta, con su carita de ángel sentado en la camilla, portando una sonrisa insinuante para nada compatible con su aura angelical.

Cuando mis ojos se encuentran con los suyos, siento que algo se derrumba en mi cabeza. Tenerlo en frente hace que vuelvan a mi aquellos revoltijos de extrañas sensaciones que inundaron mi cuerpo aquellos días en que le vi.

Llevo semanas sin verlo, llevo semanas en una inquietante tranquilidad. Pensé que el desastre que había hecho de mi seria pasajero y efímero porque no pensaba volver a toparme con su... aggg.

— El mismo. Park Jimin, para ser exactos. — dice poniendo énfasis en su apellido y sonríe mostrando la extensión de sus hermosos dientes. Su sonrisa siempre me ha parecido cautivadora y ahora es inevitable que no me fije en esta y por supuesto en sus labios.

Primera señal de que nada bueno me espera el día de hoy.

Joder...

— ¿Ya me olvidaste? Imposible — insiste tras mi silencio y es ahí donde me doy cuenta de que sigo congelado. Estoy de pie en medio de la habitación recorriendo su rostro una y otra vez. Mis dedos siguen en la misma posición, como si aun sostuviera el lápiz, que ahora se encuentra en el piso. Parezco un jodido imbécil.

Carraspeo tratando de aliviar mi garganta que de repente se encuentra seca, parpadeo varias veces mirando hacia el cielo por la ventana y pido,ruego que por favor alguien en el mas allá tire un asteroide a la tierra y acabe ya con mi sufrimiento. Esto no me puede estar pasando.

— Claro que no te olvide — respondo honestamente una vez me doy cuenta que nadie responderá a mis plegarias. Definitivamente el mundo me detesta.

— No pensé que volveríamos a vernos sinceramente — menciona Jimin sin apartar su vista de mis ojos mirándome con una gran intensidad, siento que estoy librando una batalla con alguna clase de cruel deidad que disfruta ver retorcerse a sus oponentes con solo su presencia. — Digo... estudiamos en la misma universidad, podríamos toparnos y ya esta, pero no pensé que nos encontraríamos así de manera tan...

— ¿Intima? — me maldigo una vez la palabra sale de mi boca sin llegar a un acuerdo con mi cerebro. ¿Por que soy tan idiota? — Qui-quiero decir viéndonos solos en un lugar... solo los dos... — ¿pero que carajos estoy diciendo?

— Si...— me sigue Jimin — exacto. Aunque no planee para nada esto, es decir, no sabia que estarías aquí.

 — Si, yo... — trago saliva, no se porque estoy tan nervioso — debo hacer unas practicas en la enfermería para familiarizarme con el trato a los pacientes y dar diagnósticos y eso... me asignaron el horario la anterior semana.

 — Oh, eso explica todo — ríe Jimin — Es muy extraño, no pareciera casualidad... — dice esto ultimo en un susurro pero yo escucho perfectamente lo que dice, mis sentidos al parecer se agudizan ante su presencia como en un intento de absorberlo todo, de no perder detalle.

 — Si, es extraño verte por acá, tu... — Joder, pero que subnormal soy, esta es una puta enfermería, si Jimin esta aquí es porque...— ¿Estas bien? ¿Te ocurrió algo? — indago de inmediato acercándome y mirando su cuerpo detenidamente en busca de algún signo.