Kurabu クラブ KOOKMIN

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Pov Jungkook

Recuerdo cómo atravesé este mismo camino hace meses atrás en auto con el mismo destino, pero justo ahora todo luce mas nítido, mas atrayente... las calles se ven hermosas, adornadas con la vida nocturna. El bullicio de la gente y los sonidos de la ciudad me parecen alucinantes, como una composición de jazz beats; suave y tranquilizante, pero sin dejar de ser emocionante. El detalle de la acera, el cómo se reflejan las luces en los charcos de lluvia decidua, los carteles y anuncios de distintos establecimientos y su conjunto de distintas iluminaciones, las múltiples personas compartiendo bebidas, comidas o una simple charla con una sonrisa en su semblante; todo luce exquisito esta noche, como si fuera el anochecer mas bello de todos.

Probablemente es una noche como todas las otras que le han precedido, pero esta se siente única en particular.

Quizás porque nuestras manos están juntas, nuestros dedos se encuentran entrelazados y él camina a mi lado.

Porque a pesar del increíble escenario que me trae esta noche el entorno, todo parece reducirse a un ruido de fondo que tan solo exalta la presencia de mi acompañante.

Con solo ver su perfil me siento un hombre maravillado, soy consciente de que tengo una de las vistas mas hermosas que mis ojos han presenciado en toda mi vida. Él sonríe mientras las luces a su derecha adornan su silueta, cuando estas son de tono frio impactan contra su cuerpo y su cabello luce blanco resaltando sus orbes color mar que me miran con intensidad y yo solo puedo sonreír como un estúpido y concentrarme en mirar de vez en cuando hacia delante para no tropezar y exponer por completo mi idiotez.

Después de comer unas alitas en el bar, nos despedimos de Hoseok y Yoongi, ya que Jimin quería pasar tiempo conmigo a solas y por supuesto que yo también quería. ¿Quién no quisiera?

No tenía idea de a donde llevarlo, pero para mi sorpresa Jimin después de hacer una llamada me informó que su madre no estaría en casa y que por lo tanto podríamos pasar el rato allí y desde ese momento mi corazón se aceleró unos cuantos latidos y aun se mantiene así, por toda la ansiedad y expectación.

Mierda, soy totalmente consciente de lo que sucede cuando Jimin y yo estamos en un entorno cerrado juntos y eso solo hace a mis palmas sudar y a mi mente traer recuerdos para nada apropiados para el horario familiar. 

Pero aun así, no es para nada difícil distraer mi mente y nerviosismo con solo escuchar su linda voz. De vez en cuando debo apartar mi mano y frotarla con la tela de mi pantalón para quitar el leve sudor, pero es que no puedo evitar comportarme como un adolescente enamorado, porque soy exactamente eso, solo que con unos años mas encima; soy un hombre enamorado.

— Conozco muy bien al maestro Choi, él es muy cercano al decano de nuestra facultad y sin duda podría ayudarte a hacer el traslado. — dice mientras se encoje un poco dentro de su abrigo por el ambiente frio.

— Quedan tan solo 2 meses de semestre, ¿crees que alcance? — pregunto dando mi vista hacia el frente y pasando disimuladamente mi brazo sobre sus hombros.

— Mañana hablare con él a primera hora, igualmente eres el candidato perfecto para hacer el cambio. Tienes notas excelentes. — me responde con una sonrisa que instintivamente miro de inmediato. — Abrázame bien — me ordena y mis mejillas se enrojecen, efectivamente fui muy obvio. Lo acerco mas con mi brazo.

— Tengo notas promedio — respondo desviando mi mirada hacia el otro lado escondiendo mi rostro de su vista.

— Dios, eres un bebé tan modesto. ¿Te gusta que te reiteren tus cualidades o de verdad no te das cuenta de lo genial que eres? — me pregunta frunciendo el ceño.