Primera parte de la junta del Consejo Escolar de Hogwarts

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Sorvolo entró en la sala de juntas con Barty y Lucius a cuestas. Por lo que aprendió, la junta del Consejo Escolar no se lleva a cabo en esta sala, sino en una más pequeña que era suficiente para los doce miembros, ahora trece. Pero Sorvolo había solicitado la presencia de todos los profesores de Hogwarts para esta reunión.

Sorvolo miró la habitación. Era una sala de juntas anticuada con una mesa de caoba ancha y ovalada y varios asientos cómodos. El suelo estaba alfombrado. Había múltiples retratos de los antiguos directores y miembros del consejo alrededor de la sala. Sorvolo se dio cuenta de que también había retratos de los fundadores y miró a uno en particular, descartando a los otros tres. Salazar Slytherin miraba a Sorvolo de forma crítica, sin duda juzgando su valía para ser el próximo lord de Slytherin. Sorvolo mantuvo su rostro inexpresivo mientras lo observaba y levantó una de sus cejas de manera desafiante.

Ah, lo omitió del secreto del Fidelio, ¿no? Bueno, tendrá que rectificar ese error cuando vuelva a casa.

Salazar Slytherin lo miró por un largo tiempo antes de sonreír cuando vio el desafío en los ojos del nuevo lord de Slytherin como si lo retara a decir algo. Parece que aprecia a la casa y a sus ancestros. Por lo general, no se molesta en aparecer en todas estas reuniones mundanas, pero Lady Hogwarts se puso en contacto con su retrato y le mostró el alboroto ocasionado por el actual director de Hogwarts, sus gallinas y algunos profesores al enterarse de la aparición Lord Slytherin, diciendo que debe ser el Señor Tenebroso o que está relacionado con él. No se habría molestado por la rabieta del tonto Gryffindor —que enorgullecería a un niño pequeño— de no ser porque era su casa. La casa de Slytherin.

El último lord de Slytherin fue Tom. Nunca había oído sobre Sorvolo Salazar Slytherin antes y eso que el hombre tenía su nombre.

Así que sí, sin duda tiene curiosidad. ¿Quién es él?

Sorvolo sonrió ante la mirada conflictiva de Salazar antes de tomar asiento y centrarse en las personas que entraban a la habitación una por una. No se molestó en darle una segunda a Dumbledore cuando entró como si fuera el dueño del lugar con algunas de sus gallinas siguiéndolo como patitos. Aunque Sorvolo no pudo evitar mirar a la matriarca de los Potter que sonreía por algo que dijo Pomona Sprout.

¿Cómo puede sonreír después de enviar a vivir a su hijo con los más horribles muggles? Qué fría y cruel. Por desgracia, nadie puede ver cuánto. Incluso su madre fue mejor que esa patética excusa de mujer: huyó de su loca familia para darlo a luz y mantenerlo a salvo de ellos.

No importa, pronto borrará esa sonrisa. Muy pronto. Sorvolo puede sentir el satisfactorio regocijo de la anticipación hasta sus huesos cuando recuerda lo que ha estado planeando para ellos. Va a arruinar sus reputaciones por completo y nomás los dejará con la falsa fama del "Niño que sobrevivió".

Sorvolo gimió cuando el viejo senil lo miró; le vendría bien que el vejestorio con sus horribles túnicas se mantenga alejado de él.

—Sorvolo Slytherin, ¿verdad?

Sorvolo suspiró pero mantuvo su rostro estoico mientras se giraba para mirarlo.

—Soy Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, el director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, el jefe supremo de la Confederación Internacional de Magos y el jefe de magos del Wizengamot.

Sorvolo enarcó una ceja y se contuvo de resoplar ante la flagrante exhibición de poder. Sí, no está impresionado y no teme mostrarlo.

—Un placer —dijo arrastrando las palabras, asegurándose de hacerle saber que es todo lo contrario.

Sorvolo se mordió el interior de la mejilla para evitar sonreír cuando Dumbledore perdió una parte del brillo de sus ojos.

¿En verdad pensó que lo adularía si mostraba sus posiciones? No es un debilucho ni ajeno al hecho de que todas esas posiciones se le fueron dadas como reconocimientos por vencer a Grindelwald. A diferencia de lo que a Dumbledore le gusta creer, no todos están en sus bolsillos, ni siquiera la Confederación Internacional de Magos. Si Sorvolo puede salirse con la suya, Dumbledore tarde o temprano perderá esos títulos. Solo necesita suficiente basura para despedirlo.

La estrella más brillante de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora