𝙷𝚘𝚛𝚗𝚢 24/7 𝐕𝐨𝐥. 𝟏 {𝙑𝙤𝙡𝙠𝙖𝙘𝙞𝙤}

Cap 7. Solo tú.

Buenass buenass, disfruta del capítulo.

Me puse soft hoy, aviso. 🤧

En una parte te aviso por si quieres poner la canción que te recomiendo:

                .•♫•♬•Música •♬•♫•.
                   (It's you--ali gatie)

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{{...--Gustabo! ¿Puedo estar hoy contigo en el patio? -- decía el pequeño Horacio sonriente.

--Em... Horacio, ya sabes lo que pasa, no es por mi, pero a mis amigos no les agradas. Lo mejor es que te quedes donde siempre, por tu bien, ¿vale?-- el rubio depositó su mano sobre el hombro del más pequeño en señal de apoyo.

Horacio con la cabeza gacha, se dirigió hacia el cuarto de baño, donde habitualmente pasaba sus descansos, mientras que Gustabo los pasaba riendo y jugando con sus amigos.

El pequeño no podía unirse a aquel grupo, esos chicos solían meterse con él, por su forma de ser, por su ropa... Por el simple hecho de ser Horacio.

Nunca se le dió bien socializar, al contrario de su hermano, el rubio era muy sociable, todos en el colegio deseaban ser sus amigos, era de los más populares y eso siguió asi también durante el Instituto, la peor época de Horacio.

Como si no fuera suficiente soportar comentarios sobre su físico, su personalidad o su orientación sexual, ahora debía aguantar además daño físico.
Casi a diario, los matones la tomaban con el, dándole patadas y puñetazos mientras lo llamaban "afeminado" o "marica". Le robaban el almuerzo y tiraban algunos de sus cuadernos a la fuente del recinto mientras reian al ver al chico mojarse los pantalones al ir a recogerlos.

Gustabo solía consolar a Horacio después de cada paliza, pero tampoco dejaba de relacionarse con los chicos que abusaban de su hermano.

La autoestima de Horacio cayó en picado desde ese momento al igual que sus ganas de vivir. El chico cada día sentía más asco por si mismo, creía que era su culpa todo lo que sucedía, pensaba que si fuera un poco más como su hermano, los otros chicos lo aceptarían y lo tratarían de la misma forma que trataban a Gustabo.

Su padre también le insistía en que si se pareciera un poco más al rubio, su vida sería mejor, le preguntaba que por que no podía ser más hombre, que por que no podía ser más fuerte o más extrovertido.

En cambio, su madre siempre le comprendió, intentaba animarlo, le recordaba que el era maravilloso tal como era y que no necesitaba parecerse a nadie ni cambiar por nada del mundo.
Horacio amaba a su madre con todo su corazón, era la única persona que lo comprendía a la perfección, Gustabo le comprendía, si, pero no tanto como aquella mujer... }}
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Desde la vuelta de su hermano, los pensamientos negativos sobre el pasado no dejaban de dar vueltas por la cabeza del de cresta, pensamientos que habían hecho que la autoestima de Horacio volviera a resquebrajarse después de tantos años intentando recuperarla.

El chico volvía a ver los defectos en su piel, defectos a los que ahora se sumaban aquellas horribles cicatrices producidas por impactos en horario laboral.
La que menos le gustaba era la de su mejilla, la cual siempre observaba detenidamente al mirarse al espejo.

Las inseguridades del joven hacían que últimamente no quisiera que su pareja le viera sin ropa, cosa que hacia que el ruso quedara extrañado, el menor sentía que en algún momento Volkov podría burlarse de su cuerpo al igual que hacian los chicos en el Instituto o que tal vez se fijara en él y lo viera como se ve a si mismo y eso le decepcionara.