𝙷𝚘𝚛𝚗𝚢 24/7 𝐕𝐨𝐥. 𝟏 {𝙑𝙤𝙡𝙠𝙖𝙘𝙞𝙤}

Cap 2. Bombón.

Buenasss, no pensaba escribir más este tipo de cosas pero, un par de personas me pidieron que continuara así que, aquí estoy, a sus órdenes.

Disfruten, almas del inframundo. <3

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Joder, después de lo ocurrido en los días anteriores, Horacio no podía parar de pensar en Volkov, es decir, siempre pensaba en el, como no iba a hacerlo si estaba enamorado, pero ahora sus pensamientos eran otros, resulta que siempre, eran impuros.

El chico quería proponerle a Volkov repetir, una y otra y otra vez, pero eso lo hacía sentir demasiado sucio, le daba vergüenza que su amado se enterara de como funcionaba su cabeza, de todo lo que pensaba a lo largo del día, asi que prefería ocuparse el mismo de satisfacer sus necesidades aún que no le gustaba tanto como cuando era Víktor el que lo hacía.

Horacio se dirigió a su cama, iba completamente desnudo y llevaba un suave dildo rosa en su mano derecha. Depósito el objeto sobre el colchón y seguidamente se tumbó.
Se estiró bien buscando una posición cómoda, cuando la obtuvo, comenzó la acción.

No era la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que esto ocurría, Horacio esperaba a que Volkov no se encontrara en la casa para poder disfrutar sin preocupaciones, aún que hacerlo pensando en aquel ruso lo hiciera sentir sucio y le hiciera maldecir a aquel hombre de dos metros.
Horacio tomó su miembro y comenzó a masturbarlo suavemente mientras algunas imágenes de Víktor pasaban por su cabeza.

--Ahh, Víktor, sigue asi... -- el chico decía lo que pasaba por su mente sin miedo, nadie se hayaba allí, nadie podía oírle. A no ser...

En la planta baja, Volkov llegaba después de haber estado patrullando durante un largo periodo de tiempo por los Santos.
Las luces de la cocina y el salón se encontraban apagadas, Volkov se dirigió a las escaleras a oscuras y en silencio, comenzó a subir hasta que

--ahh-- oyó algo que ya había escuchado antes, se paró en seco y esperó

--Viktor-...--- La piel del ruso se erizó por completo, de pies a cabeza, un leve sonrojo comenzaba a brotar de sus mejillas, no podía creer lo que estaba escuchando, quería... quería oir más, ver más.

Se acercó con sigilo hacía la habitación de Horacio donde la puerta se encontraba entre abierta, asomó levemente la cabeza hacía adentro, con cuidado para no ser descubierto ante aquel vergonzoso acto.
Pudo distinguir el cuerpo desnudo de Horacio en aquella cama, pudo observar lentamente cada movimiento de aquel hombre y pudo escucharlo, escucharlo gemir su nombre.

Volkov miraba sin vergüenza mientras manoseba su parte íntima intentando relajar la excitación, pero no podía era inevitable, sobre todo cuando, la escena de Horacio masturbándose paso a ser la escena de Horacio introduciendo un dedo en su ano y después otro dedo, mientras seguía gimiendo y gritando su nombre. Aquello fue demasiado para Volkov, su cuerpo necesitaba ser tocado al igual que el de Horacio.
Con su mano derecha bajó la cremallera de sus vaqueros, sin dejar de contemplar aquella bella imagen de su amado, metió la mano en su ropa interior y saco su pene ya erecto, lo agarró suavemente y comenzó a masturbarlo. Con su mano libre se tapó la boca con fuerza para evitar gemir y ser descubierto.

Dentro del cuarto el de cresta seguia masturbándose e introduciendo dos de sus dedos dentro de el, aún no se había percatado de la presencia del ruso, tenía los ojos cerrados y se encontraba envuelto en un mar de gemidos tan intensos que había sido imposible oírlo.
Tras unos instantes, Horacio sacó los dedos de su interior y agarro el dildo, comenzó a introducirlo dentro de el, imaginandose que aquel instrumento era en realidad Víktor que se unía a el por primera vez. Lentamente continuaba metiendolo, hasta que